“Las parejas del mismo sexo podrán venir a la iglesia para dar las gracias por su matrimonio o unión civil y recibir las bendiciones de Dios”. Así reza el comunicado lanzado por la Iglesia anglicana en los que se considera una revisión histórica sobre su posición en relación a las uniones homosexuales.
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Sin embargo, no han dado el salto a que sus sacerdotes puedan oficiar matrimonios gais en los templos, subrayando que solo se reconocerá como tal a la unión entre un hombre y una mujer. De esta manera, sí podrán acudir a cualquier templo para ser bendecidos después de haberse casado por lo civil.
Revisión en febrero
Este pronunciamiento llega después de seis años de consulta y se detallará en un informe que será sometido a evaluación por el sínodo que se celebrará del 6 al 9 de febrero en Londres. El dictamen final incluirá una liturgia propia para las bendiciones, así como indicaciones para que los pastores lleven a cabo el correspondiente acompañamiento que incluya una “oferta pastoral integral” para este colectivo.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha subrayado que este posicionamiento de la confesión cristiana “refleja la diversidad de opiniones en la Iglesia de Inglaterra sobre cuestiones de sexualidad, relaciones y matrimonio”. “A algunos les parecerá que lo que proponemos hoy va demasiado lejos, mientras que para otros no será suficiente, pero mi esperanza es que lo que hemos acordado será recibido con un espíritu de generosidad, con voluntad de buscar el bien común”, ha expuesto el primado anglicano a la BBC.
Este giro de los anglicanos vendrá acompañado en los próximos días de un ‘mea culpa’ ante la comunidad LGTBQI+ por el “rechazo, la exclusión y la hostilidad” que han padecido desde los púlpitos.