Ejercicios espirituales personales. Para él y para toda la Curia romana. El papa Francisco frenará en seco su agenda la primera semana de Cuaresma para retirarse… a rezar.
“El Santo Padre invita a los cardenales residentes en Roma, a los jefes de Dicasterio y a los superiores de la Curia romana a vivir un período de ejercicios espirituales de modo personal, suspendiendo sus actividades laborales y recogiéndose en oración desde la tarde del domingo 26 de febrero hasta la tarde del viernes 3 de marzo, primera semana de Cuaresma”, según afirma en el director de Sala Stampa, Matteo Bruni.
Del mismo modo, en el comunicado destaca que “todos los compromisos del Santo Padre, incluida la audiencia general del miércoles 1 de marzo, se suspenderán durante esa semana”.
Se trata, por tanto, del cuarto año consecutivo que Jorge Mario Bergoglio no participa en el hasta ahora tradicional retiro de la Curia. Si en 2020 no se desplazó a la Casa Divino Maestro de Ariccia –a unos 30 kilómetros al sureste de Roma– debido a un resfriado, y en 2021 y 2022 los canceló debido a la pandemia, este 2023 tampoco dejará al Vaticano una semana sin Papa y se quedará en Santa Marta recogido en oración.
En el siempre tradicional escueto comunicado del Vaticano no se da más información sobre si estos ejercicios dejarán de celebrarse a partir de ahora porque Francisco prefiera el silencio y la soledad o no. En cualquier caso, el Papa estará del 26 de febrero al 3 de marzo fuera de cobertura. Seis días de silencio, meditación y oración a solas con Dios.