‘Peregrinos de nosotros y nosotras mismas. Quién es el ser humano hoy’. Este es el título de la ponencia de Silvia Martínez Cano, profesora del Instituto Superior de Pastoral, en la XXXIII Semana de Teología Pastoral, que se celebra desde hoy hasta el jueves en el Auditorio Ángel Herrera del ISP en Madrid.
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Se trata de las segundas de las seis que se ofrecerán en el marco de la Semana. Esta mañana, Rafael Ruiz Andrés, profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido el encargado de abrir las jornadas. Antes, han presentado el evento el decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), Francisco García; el director del Instituto Superior de Pastoral, Lorenzo de Santos; y el coordinador de la Semana, Juan Pablo García Maestro.
La tarde ha continuado con la mesa redonda ‘El cristianismo en las realidades de vulnerabilidad’, que ha contado con las voces de Valerie Squire (pastoral con jóvenes migrantes), Ana Almarza (experiencias de trabajo en el mundo de la trata y la prostitución) y Devi Uranga (acompañar en las nuevas adicciones).
“La conciencia patriarcal divide”
Por su parte, la también presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas (ATE), en su alocución, ha denunciado la “tradición patriarcal, divisionaria y discriminatoria” de la que bebemos. “Conviene hacer un poco de silencio y pensar en esto”, ha reclamado, para luego añadir: “La conciencia patriarcal lo que hace es dividir, sexualizar y jerarquizar la vida”.
“¿Es sostenible una definición dual y patriarcal, divisionaria, discriminatoria en el Siglo XXI?”, se ha preguntado a posteriori, para luego hacer hincapié en “el reconocimiento en la diversidad”.
En este sentido, ha señalado que “el ser humano como diversidad supone: aceptar la norma universal del respeto al otro para que se pueda dar la comunicación entre personas; aceptar que debe existir una reciprocidad en ese respeto, en igualdad y no en desigualdad; aceptar que la reciprocidad no es homogeneidad, sino que se acepta la diferencia del otro como una forma legítima de ser, distinta de la propia; reconocer la diferencia del otro como una oportunidad de profundizar en el misterio de la trascendencia humana que hace de nuevo converger la diferencia en una búsqueda común y última de plenitud”.
Hacia una antropología trinitaria
Martínez Cano ha entrado también en el concepto de ‘autorrepresentación’, aludiendo a la “fuerte influencia de los roles de género” hoy, “la comprensión de ser en proceso: nómada y performativo”, “el género como una nueva categoría de análisis” y “el debate sobre la identidad y el género”.
La profesora del ISP ha finalizado su ponencia reflexionando sobre una “propuesta de antropología trinitaria” poniendo el foco en la esperanza a los 60 años del Concilio Vaticano II a través de la constitución pastoral ‘Gaudium et spes’. Según sus palabras, “Dios Trino, Comunión perijorética -danzante-, es el ser humano de hoy, cuerpo vulnerable, cartografiable y situado camina con paso titubeante”.
Reflexionando en este sentido, Martínez Cano ha señalado que “el ser humano participa de la comunión divina porque se realiza a través de otro y hacia el otro, porque la autonomía de la persona se encuentra a sí misma al elegir la vida comunitaria con los diferentes, o porque este proceso de autonomía se hace en libertad”.