Desde que comenzaron los disturbios civiles el 28 de mayo de 2020 por la muerte de George Floyd, se han registrado en Estados Unidos al menos 278 ataques contra iglesias católicas: incendios, pintas con mensajes satánicos; quebradura de vitrales y vidrios de ventanas; y estatuas religiosas destruidas, a menudo con cabezas cortadas.
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Así lo informó la organización CatholicVote, la cual aseguró que si bien los disturbios y los saqueos por el asesinato del hombre afroamericano en Minnesota disminuyeron en su mayoría en el verano de 2020, los ataques a las iglesias católicas continuaron y se intensificaron.
De acuerdo con el conteo de dicha organización, los ataques a las iglesias católicas se han registrado en 42 estados. Las entidades con más ataques son California (42), Nueva York (28), Pensilvania (19), Texas (15), Colorado (14), Nueva Jersey (14), Massachusetts (12), Florida (11), Washington (11) y Oregón (10).
Los ‘hotspots’ (puntos calientes) con grandes grupos de ataques incluyen la ciudad de Nueva York (25) y las áreas metropolitanas de Denver (13); Los Ángeles (13); San Francisco/Área de la Bahía (11); Washington D.C. (10); Boston (10); Portland, Oregón (9); Seattle (7); Chicago (6); y Houston (5). Algunas de las iglesias han sido atacadas varias veces.
Grafitis a favor del aborto
Un factor que impulsó las agresiones a las iglesias católicas fue la decisión de la Corte Suprema que revirtió la ley Roe v. Wade a principios de mayo de 2022. Los ataques incluyeron grafitis con mensajes a favor del aborto.
CatholicVote apuntó que solo alrededor del 25% de los casos han tenido un arresto realizado en relación con el ataque y la administración de Joe Biden se ha negado a actuar para proteger a las iglesias católicas y detener estos actos de terrorismo interno.
“El vandalismo que estamos viendo hoy está aumentando rápidamente a niveles que no se han visto desde finales de 1800 y principios de 1900 por parte de grupos organizados como los Know-Nothings y el Ku Klux Klan”, aseguró Brian Burch, presidente de CatholicVote.
Un boletín del Sistema Nacional de Alerta contra el Terrorismo emitido en junio de 2022 advirtió que espera que “el entorno de amenazas se vuelva más dinámico, ya que varios eventos de alto perfil podrían explotarse para justificar actos de violencia contra una variedad de posibles objetivos”, incluida la fe, “instituciones de base” y “casas de culto“.