El obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, ha invitado a “perdonar y orar por nuestros perseguidores” en el multitudinario funeral de Diego Valencia, el sacristán de la parroquia de La Palma (Algeciras), asesinado el miércoles por la tarde a manos de un joven marroquí de 25 años, que también hirió al sacerdote salesiano Antonio Rodríguez. Unos hechos que la Audiencia Nacional está investigando como atentado terrorista de carácter yihadista.
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El prelado ha lamentado durante la eucaristía en la Iglesia de La Palma este mediodía que Valencia haya sido “asesinado despiadadamente”, pues era un “gran amigo nuestro y conocido de todos”. “Ha muerto por su fe y confesando su fe. El Señor le tendrá en su gloria”, ha remarcado con vehemencia.
Zornoza ha pedido al Señor que “recompense sus buenas obras y lo acoja en su seno para gozar de su presencia, que le hará eternamente feliz”. “Nosotros nos quedamos aquí dolidos y desconcertados”. Dirigiéndose a la familia del fallecido y a la comunidad parroquial, les ha recordado que “toda la diócesis y toda la Iglesia sufre” con ellos.
“Oremos por la paz”
Para el obispo, “estos hechos nos obligan a fomentar y construir una cultura de la convivencia, evitando el odio. No basta solo condenar la violencia, tenemos que desenmascarar sus causas, las falsas divinidades que se esconden en un mundo que prescinde de Dios, y promover positivamente el bien”. “La violencia y el terrorismo no tienen justificación”, ha subrayado.
“Comprometámonos por la justicia, que ayude a liberar el mundo del rencor que desencadena en violencia”, ha señalado, para luego completar: “Oremos para que el Dios de la vida nos conceda la paz”.