El subsecretario de la Secretaría del Sínodo, Luis Marín, animó hoy a la Iglesia española a seguir adelante con “humildad, disponibilidad y entusiasmo” en el proceso sinodal en el que está en marcha. A través de un video, el religioso agustino se dirigió a los participantes que se reúnen esta mañana para refrendar la síntesis con la que la Iglesia española participará en la fase continental del Sínodo de la Sinodalidad convocado por el Papa Francisco y que se celebrará en febrero en Praga.
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“El insulto, la agresividad y el desprecio atentan contra la comunión”, alertó Marín, que llegó a calificar de “escándalo” estas actitudes dentro de la Iglesia. Frente a ello, hizo un llamamiento a la diversidad: “La revolución pendiente de la Iglesia es la del amor”. “Sed valientes, sed generosos”, animó a los católicos españoles, con el fin de ser “cauce de la gracia y nunca obstáculo” del Espíritu Santo.
Chequeo al Pueblo de Dios
La intervención del agustino vino no fue la única que se dio en el turno de saludos iniciales, junto a la del presidente del Episcopado, Juan José Omella. También tomaron la palabra el arzobispo emérito de Zaragoza, Vicente Jiménez, como pastor coordinador de este proceso sinodal, así como Luis Manuel Romero, secretario del Equipo Sinodal de la Conferencia Episcopal.
Jiménez valoró cómo este tiempo ha sido un “chequeo de la salud del Pueblo de Dios con sus dificultades”, pero también “con su alegría”. Desde ahí, animó a que el proceso abierto sea de “memoria agradecida” al Papa por su convocatoria y compromiso para no darlo por terminado.
Sin detenerse
Con la vista puesta en la cumbre que se celebrará en Praga en febrero con el resto de Episcopados europeos, el prelado certificó que “el sínodo avanza, no se detiene” en un “camino en medio de luces y sombras, noches oscuras y alboradas de luz”. Haciendo un llamamiento para “superar el rechazo y escepticismo de algunos”, Jiménez apuntó que “nuestra esperanza no es optimismo ilusorio, sino fuerza que se apoya en Dios, que cumple siempre sus promesas”.
Por su parte, Luis Manuel Romero, comentó que la sinodalidad “no es un modo de ser Iglesia, sino el modo de ser Iglesia al que nos invita el Espíritu Santo para conseguir el gran desafío de la evangelización”. Sobre el borrador de síntesis que hoy se presenta, señaló que “no es un texto cerrado y definitivo”.