Desde este mediodía, el cardenal canadiense Marc Ouellet ha dejado de ser el prefecto del Dicasterio para los Obispos, el departamento vaticano donde se eligen a todos los pastores de la Iglesia universal. La jubilación de Ouellet implica también el fin de su actividad como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
- PODCAST: Los teólogos ya no van a la hoguera
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
El nuevo prefecto es el agustino Robert Francis Prevost, de 67 años, un misionero norteamericano de Chicago que hasta hoy era el obispo de la diócesis peruana de Chiclayo. Presente desde hace 30 años en el país latinoamericano, asumirá sus nuevas responsabilidades en abril. Además, en 2001, fue elegido prior general, ministerio que la Orden le volvió a confiar en 2007.
Tres años después de su renuncia
La decisión del Papa sobre Ouellet no podría considerarse un cese fulminante, en tanto que ha dado vía libre a su retirada cuando Ouellet ha alcanzado los 78 años, tres después de que cualquier prelado tenga que presentar la preceptiva renuncia. Tiene lugar en el marco de la renovación curial de cargos tras la entrada en vigor el pasado mes de junio de la nueva constitución apostólica ‘Praedicate Evangelium’ que reforma organigrama vaticano.
Además, Francisco le confirmó en el cargo tras su desembarco en Roma, y renovó su confianza en él tanto en 2015 como en 2019, añadiendo a esta responsabilidad su presencia como asesor en otros departamentos vaticanos de relevancia como Doctrina de la Fe, Clero, Vida Consagrada, Cultura o Iglesias Orientales.
Sin embargo, sí resulta significativo el anuncio, en tanto que se trata del primer cambio significativo en la Curia tras la muerte de Benedicto XVI. De hecho, tiene lugar justo un mes después y está vinculada a uno de los ‘ministros’ de referencia que Francisco heredó de su predecesor. Y es que, Ouellet fue designado prefecto para los Obispos y supervisor de la pastoral de América Latina en 2010. Además, no hay que olvidar que, tras la renuncia de Benedicto XVI no fueron pocos los que pusieron su mirada en el como un futurible Papa en el cónclave donde finalmente fue elegido Jorge Mario Bergoglio.