Los obispos de la regional norte denuncia que han muerto 570 niños a causa de la falta de asistencia a la salud, los altos niveles de malaria, desnutrición y contaminación por mercurio
Luego de las apocalípticas imágenes de yanomamis, en Roraima, norte de Brasil, en grave estado de desnutrición a causa las políticas del anterior gobierno de Jair Bolsonaro, que entregó reservas indígenas a la minería ilegal.
Por eso, la Conferencia brasileña de obispos, regional 1, ha señalado que estas acciones irresponsables dejaron secuelas sanitarias, sociales y ambientales.
Denunciaron que 570 niños murieron “debido al caos instalado en los últimos años en cuanto a la falta de asistencia a la salud indígena, los altos niveles de malaria, desnutrición y contaminación por mercurio, causados por la minería ilegal en el Territorio Indígena durante el período del (des)gobierno anterior y su necropolítica”.
Frente a esta terrible situación, que ha conmocionado a la Iglesia en este país, la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) y la Red Eclesial Panamazónica (Repam), se han comprometido a ser aliadas de los pueblos amazónicos para seguir denunciando las injusticias.
“Nuestra respuesta como Iglesia es la defensa de la vida, la tierra y los derechos de los pueblos”, por ello, “expresamos nuestra profunda solidaridad y compromiso con el pueblo Yanomami de Roraima y con las personas e instituciones que luchan por la defensa de sus territorios y de la vida de los pueblos”.
Toda vez que “hacemos nuestras las denuncias y llamamientos presentes en los mensajes ‘Indignación y Solidaridad’ de la Regional Norte 1 de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), el 21 de enero, y ‘Llamamiento por justicia para el Pueblo Yanomami’, publicado por la REPAM-Brasil el 23 de enero.
La tierra yanomami es la más extensa de Brasil, son 9 millones de hectáreas. Es uno de los pueblos más vulnerados de la Amazonía, con una población 28.000, distribuidos en 300 comunidades y 6 lenguas.
Las imágenes reveladas con ancianos y niños caquécticos son víctimas de un sistema de exclusión, producto de la actividad minera, por ende, la presencia de la Iglesia ha sido clave. En esta región se han encarnado misioneros de la Consolata, salesianos y salesianas.
Este problema data de varios años ante la indiferencia del Gobierno, incluso, en la última visita ad limina de la regional norte, los prelados le entregaron un lienzo al papa Francisco, donde aparecen mineros avanzando en contra de yanomamis.
Foto: Ministerio de Salud