Tamara Falcó no será la imagen de la Iglesia para la campaña de la declaración de la renta

Tamara Falcó no será la protagonista de la campaña de la declaración de la renta de la Iglesia católica. Así lo han confirmado de Vida Nueva desde la Conferencia Episcopal Española, que desmienten “de forma categórica” los rumores al respecto que han surgido en estas últimas horas.

• PODCAST: Los teólogos ya no van a la hoguera
• Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos

La marquesa de Griñón no estaría ni habría estado en los planes iniciales y menos aún en los actuales ni de los obispos ni del equipo externo que asesora y materializa el plan de comunicación anual que busca respaldar el apoyo de los contribuyentes marcando la X de la Iglesia a través de del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas).

Católica en la vida pública

Desde la Iglesia se aprecia y valora el testimonio que ofrece Falcó en cada una de sus intervenciones como católica en la vida pública, pero se descarta la posibilidad de que ella sea oficial u oficiosamente la imagen de la Iglesia española. Es más, fuentes episcopales recuerdan que “todas las colaboraciones que ha realizado con alguna entidad vinculada la Iglesia española se han llevado a cabo desde la gratuidad”. Ahí se enmarcará su participación el pasado mes de octubre como pregonera del Domund 2022, su apoyo a la asociación Mensajeros de la Paz del Padre Ángel o su colaboración como embajadora de Scholas Ocurrentes, la fundación con fines educativos creada por el papa Francisco.

De hecho, la campaña prevista se habría planteado en continuidad con las que se vienen realizando desde que en 2006 se acordara el actual modelo de financiación por el que se suprime la dotación directa del Estado y establece la asignación del IRPF que recibe la Iglesia en un 0,7 por ciento en lugar del 0,52 por ciento de entonces.

De esta manera, no estaría previsto la presencia de ‘celebrities’ de manera formal en la publicidad que se inserte en prensa, radio, televisión e internet. Los protagonistas han sido y seguirán siendo los sacerdotes, religiosos y laicos anónimos que cada día entregan su vida por el Evangelio, amén de los beneficiarios de la obra social de la Iglesia en colegios, comedores, centros de migrantes, residencias, casas de acogida para mujeres maltratadas, personas con discapacidad…