Como informa en su web la Fundación Joseph Ratzinger – Benedicto XVI, en la mañana de este 31 de enero, al cumplirse un mes del fallecimiento del papa emérito, su secretario, Georg Gänswein, ha presidido la celebración de una misa en las grutas vaticanas, a escasos metros de donde se sitúa la tumba del predecesor de Francisco.
En su homilía, el prelado alemán ha recordado la figura de Benito José Labre, santo francés fallecido en Roma a finales del siglo XVIII y quien fuera conocido por su sencillez y por vivir sin apenas nada. En este sentido, le unían a Ratzinger su nombre de pila y el que adoptó como pontífice, así como el cumpleaños, naciendo ambos un 16 de abril.
Gänswein, acompañado por las Memores Domini, el grupo de laicas consagradas que acompañaron al papa durante los años de su pontificado y en esta década transcurrida tras su renuncia en el Monasterio Mater Ecclesiae, también ha lamentado la “ausencia física” de Benedicto XVI, aunque ha destacado que hoy está “espiritualmente presente”.
Esta eucaristía ha podido ser el último momento del prefecto de la Casa Pontificia en el Vaticano. Y es que hoy se cumple el plazo de un mes que se le habría dado para abandonar el Mater Ecclesiae, considerada finalizada ya su tarea de acompañar a Ratzinger.
¿Volverá Gänswein a su Alemania natal o permanecerá en alguna otra estancia de la Santa Sede? ¿Cesará como prefecto de la Casa Pontificia, cargo que mantiene oficialmente aunque sin atribuciones reales, o iniciará otro desempeño pastoral? Las respuestas a estas preguntas deberían llegar en las próximas horas.