El padre Jean-Pierre Badidike fue el primer presidente del grupo Justicia y Liberación, asociación cristiana de defensa de los derechos humanos de Kisangani –su ciudad y diócesis natal–. El actual secretario general de la Asociación de Conferencias Episcopales de África Central (ACEAC) habla con Vida Nueva tras la visita de Francisco a República Democrática del Congo, país que ha sufrido el conflicto bélico más mortífero desde la II Guerra Mundial.
- PODCAST: La convivencia apaga el fanatismo
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
PREGUNTA.- ¿Qué frutos dejará la visita?
RESPUESTA.- El pueblo congoleño es profundamente religioso. La visita apostólica del Papa ha sido esperada incluso por los no católicos, porque Francisco representa una figura emblemática de la fe. Su presencia ha contribuido a una dinámica de terapia para un pueblo que ha pasado los últimos años en un ciclo infernal de guerras y violencia de todo tipo. Por otra parte, los más mayores recuerdan las visitas del papa Juan Pablo II, al que han permanecido profundamente unidos.
Para ellos es una oportunidad de vivir momentos aún más espirituales con otro Sucesor de Pedro. Conozco personalmente a los dos hermanos gemelos que a los seis años fueron elegidos para ofrecer un ramo de flores a Karol Wojtyla en Kisangani. Hoy son adultos y actores políticos en las instituciones del Estado, y quisieron vivir otro momento “mágico” a pesar de su edad protagonizando otro papel en la liturgia presidida por Francisco. Hay que decir que esta presencia pastoral del Papa ha sido profundamente terapéutica.
Compromiso por la paz
P.- ¿Cómo han vivido los cristianos no católicos este viaje?
R.- Yo mismo procedo de una familia ecuménica, mi difunto padre era católico y mi madre protestante, de modo que en casa teníamos reuniones semanales de las comunidades de base, unas veces para católicos y otras para protestantes. En este caso, el presidente de las comunidades protestantes invitó a los fieles a unirse a la alegría de los católicos en la visita del Papa.
P.- ¿Servirán las palabras del Papa para acabar con la violencia?
R.- Francisco es una figura moral que insta a los belicistas a cultivar la paz entre las personas y entre las naciones. Corresponde a los políticos interiorizar y poner en práctica el mensaje del Papa. En cuanto a nosotros, los cristianos, hemos sido interpelados a implicarnos en el compromiso por la paz