En la apertura de la etapa continental europea del Sínodo de la Sinodalidad, que ha tenido lugar en Praga, el secretario general para el Sínodo, Mario Grech, ha señalado que el camino recorrido hasta ahora se ha centrado en la participación activa del Pueblo de Dios y la escucha al mismo. También, ha subrayado, “a aquellos que no han participado”.
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“¡También hemos escuchado el silencio! ¡También escuchamos a la silla vacía!”, ha asegurado Grech. “Si uno no pudo porque no hemos sabido escuchar, estamos llamados a verificar en qué hemos fallado. Pero si no quiso, debemos entender por qué”, ha aseverado.
Asimismo, el prelado ha señalado que “la forma más verdadera, que evita los atajos fáciles, es crear ‘lugares’ donde todos puedan hablar; lugares de diálogo donde todos se sientan escuchados”, ya que “la verdad en la Iglesia no depende del tono y el volumen de las declaraciones, sino del consenso que es capaz de crear precisamente a partir de la escucha mutua”.
Hacia una Iglesia sinodal
“En un tema tan decisivo como es el de una Iglesia sinodal, no debemos tener miedo de confrontarnos: no son nuestros argumentos los que nos convencerán, sino el Espíritu Santo que conduce a la Iglesia a toda la verdad”, ha aseverado Grech.
Por otro lado, ha expresado que la experiencia sinodal, que disipa no pocos temores iniciales: “dar al Pueblo de Dios una participación activa en la vida de la Iglesia en nada que desmerezca el ministerio jerárquico; al contrario, la realza y manifiesta su función indispensable en la vida de la Iglesia”.