La propia Iglesia greco-católica de Ucrania lo califica como “una decisión histórica”. A partir del 1 de septiembre de 2023, la confesión católica mayoritaria en el país se incorporará al calendario litúrgico romano, en plena guerra con Rusia.
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Así lo ha manifestado, el arzobispo Mayor de la Iglesia Greco Católica Ucraniana. Su Beatitud Sviatoslav, en una decisión tomada en el marco del Sínodo de los Obispos, que nace “teniendo en cuenta las numerosas solicitudes de los fieles y habiendo realizado consultas previas con el clero y los monásticos de nuestra Iglesia”.
Necesidad urgente
Para Sviatoslav, se trata de una “urgente necesidad de reforma”. Este cambio se traducirá, por ejemplo, en que la Navidad se celebrará el 25 de diciembre en lugar del 7 de enero, lo que implica abandonar cualquier vestigio de referencia a la herencia ortodoxa rusa.
Eso sí, desde Iglesia greco-católica de Ucrania se contempla que, para aquellas parroquias o comunidades que “aún no se sientan preparada para el paso”, que debe contar con la bendición del obispo diocesano, se podría mantener el actual calendario hasta 2025.