Javier González Pertuz, de 39 años, falleció la madrugada del 3 de febrero en extrañas circunstancias, quedó en una de las mesas (como dormido) en un bar de la zona rosa de Medellín.
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El dueño del establecimiento relató que cuando se disponía a cerrar el local se percató del sujeto, creyó que se trataba de un borracho más, pero el hombre estaba muerto, de inmediato dio parte a la policía.
González ingresó al bar con otro sujeto –que a la fecha se desconoce su identidad – que después de suministrarle una sustancia sedante (escopolamina) lo despojó de sus pertenencias y lo abandonó en el lugar.
La policía sigue las investigaciones del caso, el móvil que se maneja hasta ahora es robo y esperan el informe de toxicología para determinar la causa de muerte.
Amigo de la comunidad
El sacerdote era párroco del templo Santo Evangelio en el barrio Castilla. Era oriundo de Planeta Rica, departamento de Córdoba, y llevaba 15 años incardinado en Medellín, donde era formador del seminario San José.
Era muy querido por su feligresía, en el barrio Belén hay consternación, puesto que era considerado “amigo de la comunidad”.
Por ahora, el comandante encargado de la policía del Valle de Aburrá, coronel José Miranda, aseveró que “esperaríamos que, una vez se tenga claridad de cuál fue la causa de la muerte, podamos avanzar en la investigación. De la primera información, posiblemente sí hay un hurto de unas pertenencias”.
Foto: Redes sociales
