Junto al Servicio Jesuita a Refugiados, presente desde hace 10 años en Alepo, las ONG han puesto en marcha un protocolo de emergencia
El número de personas fallecidas (16.000) y heridas (60.000) por los terremotos que han afectado a Siria y Turquía no deja de incrementarse. Ante esta situación, Entreculturas y Alboan, junto al Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), han puesto en marcha un protocolo de emergencia para atender a las personas más afectadas, especialmente en la zona de Alepo.
Desde las ONG jesuitas apuntan que la situación que vive la población es crítica, ya que la región se encontraba ya duramente golpeada por la guerra de Siria y por una gran crisis humanitaria que viene provocando el desplazamiento forzoso de miles de personas desde hace años. A esta ya de por sí dura realidad, ahora hay que sumarle la destrucción de miles de viviendas que ha empujado a las familias a quedarse en la calle, sufriendo las consecuencias del duro invierno.
“Es urgente atender a la población, prestarle ayuda de primera necesidad, servicios de higiene, agua potable y apoyo psicológico”, apunta Asunción Taboada, responsable de Acción Humanitaria de Entreculturas. Una devastadora catástrofe natural que afecta especialmente a los niños y niñas que, además, en muchos casos, se están viendo solos a la espera de una necesaria, urgente y deseada reunificación familiar.
Entreculturas, junto a su organización socia JRS, llevaba desde hace más de 10 años presente en Alepo, facilitando servicios de salud y reparto de medicamentos a las personas más necesitadas entre las desplazadas internas, los miembros de la comunidad local y los retornados, que vivían en condiciones precarias. Siempre con un foco especial en los niños y niñas, ya que muchos se encontraban sin escolarizar, trabajando en condiciones de explotación para mantener a sus familias y afectados por malnutrición y enfermedades respiratorias.
Ante esta catástrofe, el JRS, lejos de abandonar su trabajo en la zona, ha decidido dar un paso adelante, ya que “ahora, más que nunca, debemos seguir a su lado, intensificando nuestros esfuerzos y solidaridad para mantenerla a salvo”. Con estas palabras, Mark McGuinness reafirma el compromiso con la comunidad de Alepo. El pesponsable de Programas de Oriente Medio y África del JRS, que se encuentra sobre el terreno, relata la respuesta inmediata que se está dando tras el terremoto: “A pesar de que la normal actividad de los proyectos es imposible, los centros comunitarios de los que disponemos están abiertos para recibir y dar apoyo a las personas que han perdido todo”.