El 12 de febrero se emitirán dos spots durante el acontecimiento deportivo más visto del año en Estados Unidos con 100 millones de telespectadores, por los que se han pagado 20 millones de dólares
La Super Bowl, la esperada final del campeonato de fútbol americano, que este año se celebra en Arizona en la noche del domingo 12 al lunes 13 de febrero, será un momento culminante para los equipos de Kansas City y Filadelfia. Pero también lo será para Brad Hill, uno de los responsables de Gloo, plataforma de comunicación digital dedicada al mundo religioso.
Es uno de los cerebros de la campaña ‘He Gets Us’, que pretende “rehabilitar la imagen de Jesús” al otro lado del Atlántico. Dos de sus anuncios se emitirán durante el acontecimiento deportivo más visto en Estados Unidos. “Tendremos la atención de más de 100 millones de telespectadores”, afirma.
Lanzado en marzo de 2022, ‘He Gets Us’ consiste en una serie de vídeos breves que tratan distintos aspectos de la vida de Jesús (“el rebelde”, “el médico”, “la ira”, “el refugiado”…). Se dirige al espectador a un sitio donde puede leer referencias evangélicas sobre la polarización política, la igualdad de género, la pobreza o la inmigración.
Se invita a los curiosos a ponerse en contacto con uno de los 20.000 miembros de la red ‘He Gets Us’. “Queremos mostrar que la experiencia de Jesús puede ser relevante para las cargas de la sociedad actual: soledad, ansiedad, problemas de salud mental…”, dice Hill.
Los vídeos de ‘He Gets Us’ ya se han visto miles de millones de veces en las redes sociales, en la televisión, en la calle: se han proyectado en las pantallas de Times Square en Nueva York. El público objetivo es un público “espiritualmente abierto, pero escéptico ante el cristianismo”. Se calcula que esta población culturalmente cristiana pero desvinculada representa el 54% de los adultos estadounidenses, según una investigación realizada en 2021 por los organizadores de la campaña.
Detrás del proyecto está The Signatry, el brazo fiscal de la Servant Foundation, una fundación con sede en Kansas City cuya función es poner en contacto a donantes cristianos adinerados con ONG. El fondo ha invertido inicialmente unos 100 millones de dólares en la campaña (20 millones solo en los dos anuncios de la Super Bowl). En total, los organizadores prevén invertir 1.000 millones de dólares en la iniciativa a lo largo de tres años.
Los nombres de los donantes no son públicos, a excepción del empresario David Green, que reveló la participación financiera de su familia en un programa de radio. En 2014, Hobby Lobby, la empresa fundada por este multimillonario estrechamente vinculado a los círculos evangélicos, estuvo en el centro de una sonada disputa sobre la libertad religiosa de las empresas familiares cristianas, obligadas por la reforma sanitaria aprobada bajo el mandato de Barack Obama a reembolsar a sus empleadas los gastos de aborto a través de sus seguros.
Según Brad Hill, el proyecto fue lanzado principalmente por “cristianos preocupados ante el hecho que la historia de Jesús se convirtiera en fuente de división. Cuando preguntas al público en general qué valores encarna Jesús, hablan de su amor, paz, hospitalidad. Nada que ver con la ira que vemos en la sociedad actual”.
*Reportaje original publicado en La Croix, ‘partner’ en francés de Vida Nueva