“Manifestamos nuestra cercanía a todos aquellos que están siendo afectados más directamente por esta tragedia, especialmente a quienes han perdido a familiares, amigos y vecinos”, expresan los obispos del Comité Permanente ante los “daños devastadores en la población y en la naturaleza” que están provocando los incendios en el centro sur del país.
También dirigen “una palabra de aliento a quienes han perdido casas, fuentes de subsistencia y de trabajo, viviendo días de terror e incertidumbre” y “a las comunidades católicas las invitamos a orar por las víctimas de estos incendios en las Misas del próximo domingo 12 de febrero, con la certeza de que ‘en la vida y en la muerte somos del Señor. Para eso murió Cristo y resucitó’ (Rom 14, 8)”.
El gobierno ha informado hoy jueves que hay 323 incendios en el país, de los cuales 90 se encuentran en combate, afectando más de 3.000 hectáreas. Han provocado la muerte de 24 personas, dejando 5.599 damnificados y 1.156 viviendas quemadas. Tres hospitales han sido evacuados y sufrieron el efecto de las llamas. Toda la zona central del país, desde Santiago hasta La Araucanía, más de 700 kilómetros, está cubierta por una densa nube de humo que atenúa el paso de la luz solar.
La Ministra del Interior, Carolina Tohá, llamó “a activar los comités de emergencia comunal con un sentido de prevención, de despejar lugares de riesgo, de alertar a la comunidad para evitar conductas que puedan gatillar que se detonen incendios en los próximos días”.
Tohá agregó que “lo que hemos enfrentado en estos días tiene magnitudes que todavía no estamos en condiciones de medir, pero en cinco días hemos tenido una superficie quemada equivalente a dos años de incendios”. Por ello, hizo hincapié en la necesidad de “profundizar aún más las medidas que se han ido tomando y extremar la precaución, la colaboración de todos los actores”.
Una gran cantidad de brigadistas del Estado y de empresas forestales están actuando sin descanso con apoyo de 58 aeronaves a las que se han sumado dos aviones especializados de gran poder. Cientos de bomberos, personal sanitario y voluntarios colaboran en cada lugar siniestrado.
Más de mil policías han llegado a la zona afectada, colaborando en la prevención de incendios, en la seguridad de las personas y en la custodia de las viviendas abandonadas. Carabineros informó que hay 15 detenidos por presunta responsabilidad en el inicio de focos de incendios. De ellos 12 por el delito de incendio y los otros por porte de elementos para provocar incendio.
La solidaridad internacional se ha hecho presente en respuesta al llamado del Presidente Boric. Desde México han llegado brigadistas que están actuando en dos grupos, en regiones distintas; a ellos se suman 50 especialistas de la Unidad Militar de Emergencias, de España, entre los cuales 6 son asesores expertos en lucha contra incendios forestales, 38 militares del Primer Batallón de Intervención en Emergencias y 6 pilotos con drones del Batallón de Transmisiones. También Argentina y Brasil han enviado personal de apoyo, equipamientos y maquinarias.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, envió un avión con material y expertos. Agregó que “la crisis climática quema Chile”. También la embajadora de Estados Unidos en Chile, Bernadette Meehan, dijo que ambos países “siempre han colaborado en la lucha contra los incendios forestales” y dijo que su país estaba haciendo “una donación adicional de equipos y recursos de asistencia para combatir estos incendios y ayudar a sus víctimas”. “Habrá más por venir. Estamos con ustedes”, agregó Meehan.
“Agradecemos, ante todo, el trabajo generoso y agotador de quienes directamente combaten los incendios: bomberos, brigadistas de Conaf (Corporación nacional forestal) y tantos otros profesionales y voluntarios, a los que se han sumado incluso hermanos de otros países” dicen los obispos en su comunicado.
Agregan que “con el recuerdo de Yesenia Muñoz Oyarzún, de la Tercera Compañía de Bomberos de Coronel, fallecida mientras combatía un incendio, y de Julio Palacios e Isaac Espinoza, brigadistas muertos en el accidente de un helicóptero, queremos rendir un homenaje de gratitud a todos quienes siguen combatiendo las llamas, pues son un testimonio evidente de amor al prójimo y de aporte al bien común”. Agregan su gratitud a las autoridades del Estado y de la sociedad civil “sin olvidar la labor de los propios afectados y sus vecinos, quienes han dado muestras de organización y fortaleza para enfrentar la adversidad”.
Los obispos agregan que “han sido múltiples también las muestras de solidaridad, expresadas en iniciativas de organizaciones sociales, comunidades religiosas, grupos de jóvenes, entre otros, quienes han decidido salir al encuentro del hermano en sus necesidades. Rogamos para que esta solidaridad se mantenga en el tiempo y se traduzca en prácticas y actitudes permanentes”. A continuación, llaman a colaborar en la campaña de Cáritas Chile “Enfrentemos esta catástrofe juntos” y con las iniciativas de las diócesis de las zonas afectadas. Esta campaña está siendo un instrumento importante de captación de ayuda económica para poner en marcha un proceso de acompañamiento que permita la recuperación de estas familias, sus bienes y medios de vida.
Antes de cerrar su declaración, los obispos afirman que “esta catástrofe es un nuevo llamado a actuar con responsabilidad y prevención en nuestra relación con la naturaleza. Los incendios tienen mayoritariamente causas humanas, por lo que todos debemos ser más cuidadosos, especialmente en el contexto del cambio climático en que las amenazas se intensifican”.