El Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra ha respaldado poner en marcha por primera vez en su historia un ritual de bendición para las parejas del mismo sexo con 250 votos a favor, 181 en contra y 10 abstenciones de los obispos, clérigos y laicos reunidos. Sin embargo, tal y como ya habían manifestado previamente los obispos anglicanos, queda fuera la posibilidad de la celebración de bodas gais dentro de sus templos. “No hay ningún cambio en la doctrina del matrimonio”, subrayan los pastores anglicanos.
- PODCAST: Bienaventurados los africanos
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Esta decisión, tomada después de dos jornadas de intenso debate, forma parte de una moción en la que también muestra su “arrepentimiento” por el “daño causado a las personas LGBTQI+ en la vida de la Iglesia. Estas bendiciones a uniones homosexuales, que formarán parte de las llamadas Oraciones de Amor y Fe, estarán recogidas en una nueva guía pastoral sobre la sexualidad y el matrimonio que tendrá que ser aprobada en los próximos meses.
Acogida “con alegría”
“Por primera vez, la Iglesia de Inglaterra dará la bienvenida pública, sin reservas y con alegría a las parejas del mismo sexo en la iglesia”, expusieron a coro el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el Arzobispo de York, Stephen Cottrell. Ambos se han comprometidos a “respetar la conciencia de aquellos para quienes esto va demasiado lejos y asegurarnos de que tengan todas las garantías que necesitan para mantener la unidad de la Iglesia mientras continúa este debate”.
De hecho, la normativa aprobada contempla la posibilidad de objeción de conciencia por parte de los clérigos que no quieran oficiar las bendiciones gais. Para la obispa de Londres, Sarah Mullally, que dirigió el debate, aseguró que “es un momento de esperanza”: “Sé que lo que hemos propuesto no es suficiente para muchos y es demasiado para otros”.