Del 13 al 17 de febrero se lleva a cabo, en El Salvador, el Encuentro Región Centroamérica- México, como parte de la Fase Continental del Sínodo de la Sinodalidad, en el que participan casi 100 personas de distintas vocaciones y ministerios: laicos y laicas, religiosas y religiosos, diaconos, sacerdotes y obispos, procedentes de siete países: Panamá, México, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y El Salvador.
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El sacerdote David Jasso, de la arquidiócesis de Monterrey y secretario técnico del Proyecto Global de Pastoral en la Conferencia del Episcopado Mexicano (PGP), quien participa en el encuentro, explicó a Vida Nueva que esta etapa continental forma parte del proceso sinodal en su conjunto, y “busca enfatizar el diálogo entre la Iglesia universal y la Iglesia particular al profundizar en el discernimiento en cada continente, a partir de lo que ha expresado el Pueblo de Dios alrededor de todo el mundo”.
En particular -dijo el sacerdote- en América Latina y El Caribe vivimos una etapa única dividida en cuatro encuentros, pues nos reunimos por regiones pastorales, y el camino ha comenzado con Centroamérica y México, reunidos en San Salvador.
Detalló que la metodología de la “conversación espiritual” es la herramienta que ayudará a encontrar ese equilibrio necesario de la opinión de los representantes de cada país para lograr hacer la síntesis sinodal que rescate todas las voces.
Apertura al espíritu y disposición interior
El padre David Jasso recordó que no se trata de democratizar o solo consensuar, sino de escuchar al otro y a los demás, y confió en que el método ayudará al “discernimiento comunitario”.
Sobre la importancia de la espiritualidad para el éxito del encuentro, comentó que la sinodalidad implica una apertura al espíritu y una disposición interior, por lo que sin espiritualidad y vida de comunión “no es posible caminar juntos; por eso hemos comenzado con una mañana de retiro espiritual en esta reunión”.
Abundó: “la espiritualidad nos hace conscientes de la necesidad de pedir a Dios el don de la escucha, que menciona el papa Francisco en la Constitución Apostólica ‘Episcopalis communio’: escucha de Dios, hasta escuchar con Él el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama”.
Al inicio del encuentro los participantes visitaron la Capilla del Hospital de la Divina Providencia, lugar del martirio de San Óscar Romero, luego estuvieron en su tumba, donde se celebró la Misa. “Su inspiración y su testimonio son vitales en este momento que vive nuestra Iglesia y nuestro pueblo”, dijo.
“Sentir con la Iglesia fue el lema episcopal de monseñor Romero y expresa su manera de vivir y su cercanía con las personas”, agregó.
“Caminamos juntos y somos Iglesia”
Parafraseando al papa Francisco, dijo: “Romero sintió con la Iglesia porque, en primer lugar, amó a la Iglesia como madre que lo engendró en la fe y se sintió miembro y parte de ella”.
En ese sentido, confió en que el amor mueva los corazones de todos los participantes al discernimiento.
Finalmente, el padre Jasso aseguró que la riqueza de este encuentro está en la diversidad, “y estos días nos hace conscientes de esta riqueza eclesial que vivimos en America Latina y el Caribe. También creo que tenemos retos comunes, de ahí que hemos de pensar y sentir ‘latinoamericanamente’ cada quien desde su realidad, pero hermanados porque caminamos juntos y somos Iglesia, Pueblo de Dios”.
Foto: CELAM