El sacerdote Héctor Gozalbo, delegado de medios de la Diócesis de Segorbe-Castellón, se retracta de los insultos que profirió a través de su cuenta de Instagram a la periodista Emma Zafón. “Reconozco que ha sido una imprudencia por mi parte, no son palabras propias ni de una persona ni de un sacerdote”, expone Gozalbo a Vida Nueva sobre el texto que difundió a través de su cuenta de Instagram el pasado 14 de febrero en el que calificaba, entre otras cosas, a Zafón de “desequilibrada mental”.
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El sacerdote entonó ya su ‘mea culpa’ ayer por el ataque verbal proferido a esta comunicadora vecina de Lucena, el pueblo del que es párroco: “Siento mucho de corazón lo sucedido, moralmente estoy destrozado y reconozco que la reacción ha sido fruto de una tensión acumulada de dos años”. Y es que, tal y como relata Gozalbo, en este tiempo se habría sentido hostigado por Zafón “aguantando los comentarios impropios de esta mujer en sus redes sociales hacia mi persona, hacia los fieles de la comunidad, hacia los jóvenes de Lucena y hacia algunas de las actividades que en el pueblo se desarrollan, entre ellos, los eclesiales y taurinos”.
Quería destrozarme
“Sé que he sido un inconsciente y que, dejándome llevar por el enfado, le he puesto en bandeja de oro lo que ella quería: destrozarme anímicamente y desestabilizarme”, expone el delegado de medios de Segorbe-Castellón, consciente de que lo sucedido es ya para él “una gran lección”.
“De esta situaciones se aprende, o eso espero, y esto debe ayudarme a que cualquier defensa no es apropiada para un hombre de Dios que predica el Evangelio”, insiste sobre su petición de perdón a Emma Zafón.