El cardenal polaco Konrad Krajewski, limosnero pontificio, ha sido el encargado en persona y en nombre del papa Francisco, de llevar 10.000 camisetas térmicas desde el Vaticano hasta el puerto de Nápoles. Desde esta ciudad del sur de Italia partió el barco MSC Aurelia que lleva más ayuda para los damnificados por el terremoto en Siria y Turquía.
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Ayuda económica a Siria
Según recoge Europa Press de fuentes de la compañía naviera el destino de las camisetas térmicas es la ciudad de Iskenderum en Turquía, donde están previstas que lleguen dentro de dos días. Además de las 10.000 camisetas térmicas, en el barco también hay ayuda del gobierno italiano y otras organizaciones no gubernamentales. Las prendas están destinadas al campo de refugiados de Kilis, en Turquía, a 50 km de Gaziantep y a 60 km de la ciudad siria de Alepo.
Una vez allí, la distribución estará en manos de la Fundación Rava, presente en la zona desde hace tiempo y que proporciona alimentos y cobijo a miles de personas sin hogar. El campo, en los últimos años tras el estallido de la guerra en Siria, se ha ampliado para acoger a unos 60.000 refugiados, pero muchos otros viven en campamentos improvisados. Ahora, tras el terremoto, se ha agravado la situación y cientos de personas se están uniendo a las familias de refugiados actuales. A Siria, según anunció el cardenal Krajewski, el Papa ha enviado, a través del Dicasterio para el Servicio de la Caridad, una ayuda económica a la Nunciatura Apostólica, que la desplegará en el territorio, apoyando a la población ya exhausta por tantos años de guerra y ahora por el devastador terremoto.