“No hablamos solo de seguridad laboral y prevención sino sobre todo de derechos laborales”, ha señalado José Cobo durante la cumbre inédita mantenida hoy a tres bandas en la sede de la Conferencia Episcopal
“No podemos apartar nuestra mirada de tanto sufrimiento”. La Subcomisión para la Acción Caritativa y Social de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha tendido hoy la mano a sindicatos y empresarios para trabajar juntos con el fin de frenar la siniestralidad laboral. A la inédita cita en la sede del Episcopado, que se ha alargado toda la mañana, han acudido varios obispos, representantes de Comisiones Obreras (CCOO), la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM).
Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Economía Social, el número de accidentes registrados durante 2022 han sido de 1.196.425, de los que 631.724 han sido con baja, y 826 mortales. Respecto al año anterior el número de accidentes con baja han aumentado un 10,4% y un 17,2% los mortales.
“No hablamos solo de seguridad laboral y prevención sino sobre todo de derechos laborales, porque si no acabamos culpabilizando al trabajador”, ha señalado durante el encuentro el obispo auxiliar de Madrid, José Cobo. En este mismo sentido, el obispo de Osma-Soria y responsable de la Pastoral del Trabajo, Abilio Martínez, ha recordado que “ir a trabajar y encontrarte con la muerte no es de recibo”. A ellos dos se ha unido el obispo de Astorga, Jesús Fernández –presidente de la Subcomisión–.
Además, han participado el secretario técnico de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción Humana, Fernando Fuentes; el secretario técnico de la Subcomisión, Vicente Martín; el director del Departamento de Pastoral del Trabajo, Antonio Javier Aranda; el director del Departamento Laboral y de Seguridad y Salud en el Trabajo de CEIM, Luis Méndez; y la secretaria de la Comisión de Ética, Igualdad y Diversidad de CEIM, María de la Cruz Marino.
Sobre la pérdida de salud y muertes que se dan en el mundo del trabajo, el secretario de Salud Laboral y Sostenibilidad de CCOO, Mariano Sanz Lubeiro, ha hecho hincapié en que las condiciones indignas de trabajo en Qatar no se dan en España, pero comienzan a verse “casos alarmantes”.
Por su parte, el coordinador de Salud Laboral de UGT, José de las Morenas de Toro, ha recordado los tres factores de incidencia en la siniestralidad laboral –juventud, tipo de contrato y migrante–, para dejar sobre la mesa un cuarto factor: la salud mental. Y es que “ha aumentado alarmantemente el suicidio”, ha remarcado.
Ante esta situación, la Iglesia quiere afirmar que “la vida es el mayor bien que atesoramos. Un don que hemos de honrar viviéndola con dignidad. Dignidad para labrar un futuro, para relacionarnos de igual a igual, en hermandad, para poder vivir de acuerdo con nuestra vocación de hijas e hijos de Dios”.
“Si queremos cuidar esa dignidad –continúan–, con más mimo hemos de cuidar nuestra salud, entendida en el más amplio de los sentidos. También en el ámbito laboral, debemos preocuparnos por cuidar de la salud de quienes trabajan. No en vano, pasamos un tercio de nuestra vida en el trabajo. En muchas ocasiones realizando movimientos repetitivos y antinaturales, o lidiando con condiciones de todo tipo que agreden nuestro cuerpo, y también, con consecuencias, psicológicas y sociales”.
La Subcomisión valora los esfuerzos que sindicatos, empresarios y administración realizan para combatir esta lacra que sufren los hombres y mujeres del mundo del trabajo. “Es urgente que la administración convoque a las organizaciones sociales para abordar los problemas estructurales relacionados con la seguridad y la salud en el trabajo, adoptando medidas que permitan reducir la actual incidencia de los accidentes laborales y enfermedades profesionales”, han recalcado.