Solo 24 horas después de la visita por sorpresa de Joe Biden a Kiev, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha ofrecido un discurso en el Parlamento de Moscú en el que ha vuelto a defender la invasión de Ucrania, que desencadenó una guerra de la que este viernes 24 de febrero se cumple un año.
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En su alocución anual sobre el estado de la nación, el líder del Kremlin ha centrado sus críticas contra Occidente, al que percibe instalado en una “decadencia” que, por todos los modos, trata de que contagie a Rusia. Y es que, ha lamentado, en nuestra civilización “la pedofilia se convierte en una norma de vida” y “los sacerdotes son obligados a bendecir matrimonios homosexuales”.
Relativismo moral
A su juicio, el hecho de que “la familia es una unión entre un hombre y una mujer” es algo que “aparece en las escrituras sagradas de todas las religiones”. Eso sí, ha lamentado, “los textos sagrados, en estos momentos, son cuestionados” en una sociedad líquida y marcada por el relativismo moral.
En un argumentario ya repetido en otras ocasiones por su gran benefactor espiritual, Kirill, patriarca ortodoxo de Moscú, Putin no ha dudado en apelar a la Biblia para “defender la familia tradicional” frente a “la decadencia de Occidente”, pensando de un modo especial en la salud mental y espiritual de los “niños” rusos: “Tenemos que proteger a nuestros hijos de la degradación y la degeneración, y lo haremos”.
Entregados al diablo
Para el mandatario ruso, Occidente está dispuesto a acudir a “terroristas, nazis e incluso al mismo diablo” con tal de doblegar su espíritu y tratar de “arrancar las tierras históricas de Rusia” en lo que “hoy es llamado Ucrania”. Así, queda claro que “ellos son los culpables” de la guerra, mientras que “nosotros estamos tratando de detenerla”.
Putin ha cerrado su alocución asegurando que “es imposible derrotar a Rusia en el campo de batalla” y dejando una última advertencia sobre la ayuda de la comunidad internacional a Kiev, incluido el envío de material bélico: “Cuanto mayor sea el rango de este armamento, más lejos tendremos que mover la amenaza de nuestras fronteras”.
Roto el último acuerdo con EE.UU.
Tras el discurso, ha concretado una medida especialmente preocupante y, desde ahora, Rusia se retira del último tratado de control de armas nucleares que había vigente entre su país y Estados Unidos. Con ello, el líder ruso parece responder con la mayor dureza a la visita a Kiev, ayer, por parte de Biden.