Este Miércoles de Ceniza, la Comisión de Protección de Menores y Prevención de Abusos Sexuales en la Diócesis de Bilbao ha comparecido públicamente para ofrecer los datos de la Memoria de la actividad relativa al 2022. Y lo ha hecho en un acto en el que el director de la Comisión, Carlos Olabarri y la abogada Gemma Escapa, integrante de la misma, han asumido la portavocía del grupo de los seis miembros que conforman el servicio que inició su labor en el 2019.
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Tal como indica la Diócesis de Bilbao, un total de tres abogados, una educadora, una psicóloga y un ex ertzaina completan esta comisión cuyo objetivo es “velar porque todas las instituciones y ámbitos eclesiales en la Diócesis de Bilbao sean un lugar seguro, libre de abusos sexuales”. Por ello, entre sus competencias está la de recibir eventuales denuncias, derivarlas si procede a la fiscalía; atender y proponer ayuda psicológica, si así lo requieren las víctimas y, proponer también acompañamiento a las personas denunciadas o culpadas en los informes haciendo efectiva la presunción de inocencia.
Por su parte, Olabarri ha comenzado su intervención reconociendo que “también en nuestra Iglesia se han cometido abusos sexuales” para añadir que, “cualquier número de víctimas es demasiado y cualquier abuso, por leve que parezca, es insoportable e intolerable”. Por ello, han escogido el lema ‘Nada que ocultar, mucho que proteger’ a la hora de abordar los casos, en los que prevalece “el deseo de la víctima”.
Un crimen “vil y atroz”
Además, Olabarri ha añadido que las peticiones que realizan son legítimas. “Algunas piden privacidad, otras han salido a los medios para animar a las que no se atreven, otras quieren saber el nombre y apellidos de su agresor, solicitan reconocimiento y piden a la Iglesia que asuma responsabilidades y otras, están tan rotas, que no han querido ni hablar con nosotros”, ha explicado, subrayando que, en esta relación de diversidad de intereses, hay algo que tienen en común las víctimas que han sufrido abusos sexuales en su infancia: “han sufrido uno de los crímenes más viles y atroces que se pueden concebir, agravado por el abuso de poder y conciencia”.
Por otra parte, el presbítero, director de la Comisión, ha proseguido su relato confesando que en el camino que están transitando siguen aprendiendo “porque cada persona y cada caso es único y especial”. También se ha referido a la formación que se está impartiendo a las personas que están interactuando con menores en la Iglesia en Bizkaia, “que es una buena manera de prevención”.
“Muchos casos, porque uno ya es demasiado”. Con esta frase categórica ha dado paso Carlos Olabarri a Gemma Escapa, quien ha dado cuenta de los datos recogidos en la Memoria. Casos que se han abierto porque algunas víctimas directas o testigos se han puesto en contacto con la Comisión. Ha habido otras víctimas que han contactado con el grupo tras la difusión que han realizado los medios.
Petición de perdón
Escapa ha añadido que la demanda más común entre las víctimas es “la petición de perdón y la no repetición”, de estos hechos execrables. En este sentido, ha explicado que la comisión ha abierto un total de 32 expedientes en toda su andadura. 18 casos son de órdenes religiosas y 14, de sacerdotes diocesanos. De ellos, hay un total de 14 casos abiertos y 16 se han cerrado. Son 3 los casos que se han denunciado en fiscalía, 2 de ellos se han trasladado a pesar de estar prescritos. El centro de orientación familiar diocesano Lagungo ha intervenido en 8 casos. Hasta febrero de este año se ha ofrecido formación a 127 personas en las diversas vicarías y se presentó la guía para la protección de menores a más de 300 personas en diferentes entornos eclesiales de Bizkaia.
Además, la comisión recomendó realizar dos informes independientes en torno a dos casos que habían saltado a los medios de comunicación: el de la Casa de la Misericordia y el del Seminario de Derio. Algunas víctimas habían manifestado públicamente que en ambas instituciones sufrieron abusos sexuales.
Por último, se ha anunciado que el próximo 24 de marzo, a las 18:00 horas tendrá lugar un acto oracional en la catedral de Bilbao, presidida por el obispo. En el mismo, la Iglesia en Bizkaia pedirá perdón ante Dios a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia.