La entidad ha reivindicado una mayor cooperación internacional en su Acción Concertada 2023-2024
En su Acción Concertada 2023-2024, Justicia y Paz ha reivindicado por una mayor cooperación internacional, nuevas formas de comunicación e iniciativas que refuercen el sentimiento de formar parte de una comunidad más amplia. Todo ello, con el objetivo de, en un mundo que hace frente “a múltiples crisis” y que está “cada vez más fragmentado”, “afrontar nuestros miedos y reconectar”.
“Confiamos en que la humanidad tiene los recursos creativos y espirituales para afrontar sus miedos, reconectar y reconstruir un ‘orden judicial, político y económico’ compartido”, asevera la organización. De esta manera, subraya tres claves básicas a partir de las cuales generar nuevos nexos de unión y comunicación.
“La crisis climática debida al calentamiento global provocado por el hombre y sus fenómenos meteorológicos extremos; la pandemia de COVID-19 con su devastador impacto en la salud individual y la vida social; la brutal guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y la consiguiente crisis energética y alimentaria mundial; la migración y la insuficiente integración de las personas migrantes en sus países de acogida”, subraya la organización, “son grandes crisis que inspiran y aumentan nuestro miedo, y nuestra ira, especialmente entre la juventud”.
“Como emoción, el miedo nos advierte del peligro y nos recuerda que debemos tener precaución. Sin embargo, tiene el potencial de dividir y de anular no sólo la confianza interpersonal, sino también la confianza en las instituciones nacionales, regionales e internacionales y dificultar su capacidad para alcanzar compromisos justos“, explica. En este contexto, Justicia y Paz pide un “mayor apoyo político y mejores recursos financieros para estas instituciones multilaterales fundamentales, de modo que puedan actuar con decisión en favor de la seguridad humana y recuperar la confianza de la gente”.
“Afrontar los miedos requiere discernimiento. Es necesario distinguir entre las preocupaciones legítimas y las excusas y manipulaciones”, explica la organización, denunciando que “con demasiada frecuencia se olvidan los temores de las personas más débiles, mientras que la enseñanza social católica insiste en que ellas deben ser lo primero en nuestra gestión de la crisis”. Por ello, “comprender que el cuidado es clave para la supervivencia ayuda a evitar la trampa de refugiarse en burbujas de falsa seguridad, incluidos los círculos informativos cerrados en sí mismos”.
Justicia y Paz asevera que “ninguna reforma puede tener lugar sin un diálogo auténtico, centrado en buscar conjuntamente la verdad y el bien común”. “Esto requiere no sólo que se mejore la “alfabetización mediática” en todos los grupos de edad, sino en primer lugar que se reconozca y respete la dignidad humana como algo fundamental”, explica. Asimismo, Justicia y Paz señala que “otro requisito previo para un diálogo constructivo y para una coexistencia pacífica y sin miedo es asumir el propio pasado y admitir los errores”. “Es esencial para la comunicación constructiva incluir a las personas marginadas y vulnerables, ya que pueden ayudar a tener otros puntos de vista, a veces más positivos en contextos difíciles”.
Por todo ello, en 2023, Justicia y Paz Europa continuará, por tanto, su trabajo a largo plazo sobre la justicia social internacional y las tan necesarias reformas institucionales. “Prestará especial atención a los temores sociales que se ignoran, pero también deconstruirá los miedos y ansiedades que pueden instrumentalizarse para manipular a la ciudadanía europea”, apunta la organización. “Las comisiones miembro decidirán y propondrán actos y lugares donde puedan celebrarse intercambios honestos y veraces sobre los miedos y sus consecuencias a escala nacional, europea e internacional”.