Dos informes de un párroco en 1975 y una carta de un padre al cardenal barcelonés Narciso Jubany Arnau alertaron del comportamiento irregular del sacerdote Josep Vendrell, un cura catalán que habría abusado de al menos ocho menores, un caso destapado por el diario El País.
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A través de comunicado del Arzobispado de Barcelona devela la existencia de esos dos informes en los que se recoge “la manifestación de algún joven” de que Vendrell “les pedía una práctica sexual inmoral”. A la par, también se recoge el contenido de esa misiva en la que el padre de un menor de la parroquia que pastoreaba Vendrell pide que sea retirado “donde no haya ningún niño”. “Creo que por caridad debe ponerse en manos de un médico”, llega a escribir el progenitor.
Sin más datos
Sin embargo, en aquel momento el cardenal Jubany no habría tomado medida alguna. “La documentación existente no recoge ninguna denuncia directa de las víctimas o de sus familias en el Arzobispado”, desvelan desde Barcelona, que a la par apuntan que “tampoco se hace ninguna mención de las decisiones tomadas por la autoridad eclesial”. “No hay más información documentada en los años anteriores o posteriores a los hechos referidos”, apostillan
Desde la archidiócesis se detalla que Vendrell falleció en 2004 y que hasta entonces todos sus cambios de destino no fueron justificados por “motivos especiales”. Sin embargo, sí se apunta que en una nota pública Vendrell habría solicitado ser relevado como párroco de Caldes d’Estrac en 1975 por “haber sido objeto de una campaña que afecta a su fama entre los feligreses”.
Contactar con las víctimas
En paralelo, la archidiócesis que capitanea el cardenal Juan José Omella entona en el comunicado un nuevo ‘mea culpa’ y manifiesta “una vez más nuestro deseo de contactar con las víctimas para conocer de primera mano todo lo relativo a este caso con el fin de aclarar los hechos ocurridos y tomar las medidas oportunas”.
En este sentido, recrimina al diario El País la incapacidad para “poder llevar a cabo la correspondiente investigación”, en tanto que no se les ha facilitado “la identificación y localización de los denunciantes” después de que tuvieran conocimiento el pasado 2 de enero y la Oficina de Atención a las Víctimas de Abusos lo solicitara formalmente al periódico al día siguiente y, de nuevo, el 8 de febrero. “La investigación del Arzobispado quedó pendiente de recibir la declaración de los denunciantes”, subrayan desde Barcelona.