Las víctimas, en el centro. Esta máxima del Papa la aplica en el vídeo de su intención de oración para este mes de marzo, justo cuando se cumplen diez años de su pontificado. “Ante los abusos, especialmente los cometidos por miembros de la Iglesia, no basta pedir perdón”, expone Francisco, que reitera mirando a cámara que “perdón es necesario, pero no basta”.
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Para el pontífice argentino, “pedir perdón es bueno para las víctimas, pero son ellas las que tienen que estar ‘en el centro’ de todo”. Por ello, durante la alocución, reivindica que “la Iglesia no puede tratar de esconder la tragedia de los abusos, sean del tipo que sean”. “Tampoco cuando los abusos se dan en las familias, en los clubs, en otro tipo de instituciones”, apostilla, mientras se contempla en el vídeo unas ilustraciones florales animadas del artista italiano Hermes Mangialardo.
Que no se repita
Lejos de dar por cerrada la crisis de la pederastia, el Papa apunta que las víctimas solo “pueden empezar a sanar si encuentran respuestas; acciones concretas para reparar los horrores que han sufrido y prevenir que no se repitan”. Para ello, Jorge Mario Bergoglio plantea que “la Iglesia tiene que ser un ejemplo para ayudar a resolverlos, sacarlos a la luz en la sociedad y en las familias”. Es más, detalla que la comunidad católica “tiene que ofrecer espacios seguros para escuchar a las víctimas, acompañarlas psicológicamente y protegerlas”.
Estas reflexiones desembocan en una plegaria final en la que reza por aquellos que sufren estas agresiones dentro de la comunidad católica, “para que encuentren en la misma Iglesia una respuesta concreta a su dolor y sufrimiento”, concluye.
A la luz del vídeo de Francisco, el jesuita Frédéric Fornos, director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, subraya la necesidad de “despertar nuestra conciencia, solidaridad y compromiso con una cultura de la protección y luchar con determinación contra todo tipo y forma de abuso”.
