Vaticano

El cardenal Parolin reclama “una actitud más positiva” hacia los flujos migratorios

“Por desgracia estamos dominados por el miedo”, ha señalado tras el naufragio del Cutro





Replantearse las políticas de acogida. Esta ha sido la reivindicación del cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, en el la apertura del curso de formación ‘Cátedra de la Acogida’ en Sacrofano, en la provincia de Roma.



Antes de su discurso, tal como recoge Vatican News, el cardenal Parolin reflexionó sobre el terrible “drama” del naufragio del Cutro, que costó la vida al menos a 71 personas, “que conmocionó a todos, es también una llamada a repensar las políticas de acogida”. “Creo que la Iglesia ha ofrecido toda una serie de principios y orientaciones que deberían tenerse en cuenta precisamente para repensar estas políticas”, señaló.

En este sentido, el secretario de Estado señaló que el punto más importante para evitar nuevas masacres de migrantes en los “viajes de la esperanza” es la “regularización de los flujos, para que la migración sea segura”. Asimismo, subrayó que “debe haber sobre todo una actitud más positiva, por desgracia estamos dominados por el miedo”. Lo que se necesita, según el cardenal, “es una acogida que tenga en cuenta la situación de la que proceden estas personas y la situación en la que nos encontramos”.

Acabar con el miedo

Por ello, Parolin mostró su confianza en que la “Cátedra de la Acogida” contribuya a desmontar el sentimiento de miedo, “poniendo de relieve sus graves riesgos si no se supera con un nuevo compromiso y una nueva responsabilidad en la búsqueda de vías concretas de disponibilidad”, y activos “mecanismos de información y formación capaces de forjar nuevas tendencias en el seno de la opinión pública”.

La “Cátedra de la Acogida”, para el Secretario de Estado vaticano, puede contribuir a “estructurar itinerarios formativos capaces de responder a la urgencia de la atención y de la sensibilidad hacia el otro, encontrando en la fe y en la oración un campo de acción privilegiado”. Porque “la acogida ciertamente no se puede enseñar en la escuela, pero es útil que la investigación académica pueda ‘darnos la razón’ del hecho de ser acogedores”.

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