Los obispos chilenos reconocen injusta discriminación hacia las mujeres

Con ocasión del Día Internacional de la Mujer el arzobispo de Concepción y el obispo de Iquique han difundido un mensaje con su saludo a las mujeres.

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En un mensaje dirigido a las mujeres de su diócesis y de toda la región de Tarapacá en el norte de Chile, el obispo de Iquique, Isauro Covili, ofm, les desea todo bien, en su nombre y en el de la Iglesia que preside, y les manifiesta “nuestra convicción que brota del Evangelio de Jesús y de la sinodalidad, de que todas y todos somos personas iguales en dignidad en derecho en la sociedad y en la Iglesia, a pesar de que en ambas realidades no siempre se hacen realidad tales principios”.

Por su parte, el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, también difundió un mensaje en el que las saluda “con sentimientos de gran aprecio y gratitud por la inmensa labor que realizan en los más amplios campos de la vida pastoral, social, económica y cultural del país”.

Gracias por la belleza de espíritu

Luego de dirigirse a aquellas mujeres que “con competencia y esfuerzo llevan adelante tareas en la arquidiócesis de Concepción”, mencionando varios de sus organismos, hace “un reconocimiento especial a las mujeres que le han consagrado la vida al Señor y a aquellas madres que solas, y que con mucho esmero, sacan adelante a sus hijos”.

Chomalí continua su mensaje diciendo: “Soy muy consciente que en varias áreas de la vida han sido injustamente discriminadas. En las instituciones de Iglesia estamos comprometidos y empeñados a terminar con ese flagelo que tanto daño ha hecho”.

El arzobispo asegura su oración por las mujeres y sus familias “y espero de corazón que entre todos nos ayudemos para que el trabajo que realizan se lleve en armonía, paz y sea siempre fuente de crecimiento personal, familiar y social”.

“Gracias a cada una de ustedes por su presencia, por la belleza de espíritu que Dios les ha regalado y por su trabajo esforzado que hace este mundo más bello y más humano. Que la Santísima Virgen María, la Madre de Dios, las cuide y bendiga siempre”, concluye el arzobispo.