Del 6 al 9 de marzo se llevó a cabo el XX Encuentro Nacional de Catequesis Indígena y Campesina en la prelatura de Mixes, estado de Oaxaca, con el lema: ‘El catequista ayer, hoy, y siempre’. Un espacio para reflexionar sobre la identidad del catequista a la luz del documento del papa Francisco ‘Antiquum Ministerium’.
En el marco de este encuentro, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, envió un mensaje a los participantes, exhortándolos a poner en práctica su carisma, dando testimonio de su fe y compartiendo la belleza y la bondad de la vida nueva en Cristo.
El Secretario de Estado recordó los años que vivió en México y conoció las realidades de la cultura oaxaqueña: “estoy contento de que puedan tener este encuentro como hermanos que comparten un mismo carisma en la comunidad, es una oportunidad para (…) reflexionar sobre temas tan importantes como los retos que enfrenta la catequesis, la identidad del catequista en los pueblos indígenas y campesinos”.
Un servicio a la Iglesia
Parolin apuntó que el Motu Proprio ‘Antiquum Ministerium’ recuerda que los ministerios en la Iglesia son suscitados por el Espíritu Santo para dar a Dios el culto sagrado y para el servicio de su pueblo: “Justamente, en estos dos ejes, uno vertical y otro horizontal, se mueve todo servicio en la Iglesia”.
Aseguró que cuando el catequista toma conciencia de que su identidad está fundada profundamente en la relación con Dios en el seno de la Iglesia, entonces se le revela una verdad más profunda de su ser y quehacer, pues se da cuenta de que su ministerio no es accesorio, ni un simple encargo, sino que al ejercerlo alaba el Señor y también ofrece un servicio a sus hermanos colaborando en la misión evangelizadora de toda la Iglesia.
Por un lado –continuó- “podemos decir que el catequista da culto a Dios porque hace de sí mismo una ofrenda (…) El culto por excelencia que el Señor recibe es nuestra vida bien vivida como una ofrenda agradable, y este ofrecimiento está íntimamente relacionado con nuestra vocación, con nuestra misión”.
Trabajo en comunión para enfrentar los retos
El cardenal Parolin también exhortó al catequista a cuidar el carisma que ha recibido, fomentando la formación continua y, sobre todo, aprovechando los medios espirituales que tienen a su alcance, como la oración, la meditación de la Palabra de Dios y la recepción frecuente de los sacramentos.
También dejó en claro que los retos y dificultades que se les presentan solo pueden encontrar solución segura si están bien unidos a Cristo. “Trabajen también siempre en comunión con los obispos que son los primeros catequistas en las diócesis y de consecuencia también con los presbíteros y demás miembros del pueblo de Dios”.
El Secretario de Estado del Vaticano concluyó su mensaje encomendándolos a la intercesión y protección maternal de Nuestra Señora de Guadalupe; “ella es la evangelizadora de México y de toda América porque supo inculturar el mensaje de la Buena Nueva en la realidad concreta.
“Mírenla a ella y déjense iluminar y acompañar por tan grande catequista, María, la Madre del verdadero Dios por quién se vive”.