El Camino Sinodal Alemán encara su última fase pidiendo al Papa que revise el celibato

El Camino Sinodal de la Iglesia Católica en Alemania ha puesto en marcha su quinta asamblea pronunciándose a favor, tal como informa Katholisch, de una revisión de las normas del celibato con una amplísima mayoría. De hecho, en el texto adoptado en Frankfurt se formula una petición directa al papa Francisco para que se “reexamine la conexión entre la consagración y la obligación de ser célibe”. Una formulación de mayor alcance, que pedía directamente al Papa que levantara el celibato obligatorio, fue rechazada por una mayoría de dos tercios.

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La Asamblea sinodal también decidió pedir al Papa que examine si a los sacerdotes ya ordenados se les podría dar la oportunidad de liberarse de la promesa del celibato sin tener que renunciar al ejercicio del ministerio. Además, el texto pide que los ex sacerdotes se involucren más de cerca en la vida activa de la iglesia.

Bendición a parejas homosexuales

Por otro lado, la Iglesia católica alemana también podrá celebrar bendiciones para parejas homosexuales, así como a divorciados que se han vuelto a casar por lo civil. Después de un controvertido debate, el proyecto de reforma fue aprobado por una mayoría de casi el 93 por ciento, que recomienda desarrollar e introducir celebraciones litúrgicas apropiadas de manera oportuna. Casi el 81 por ciento de los obispos votaron a favor.

Para ello, la Iglesia alemana desarrollará un folleto para celebraciones de bendición para diferentes tipos de parejas, y se reconoce que los pastores que llevan a cabo tal celebración de bendición ya no deben enfrentar consecuencias disciplinarias. Para todas las parejas interesadas debe haber charlas con pastores y, si es necesario, seminarios de preparación.

Al inicio de la asamblea sinodal, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), Georg Bätzing, recordó que el objetivo de esta es “discutir y decidir juntos. Y queremos hacerlo bajo las posibilidades previstas por el derecho canónico”. El comité sinodal debe discutir esto durante tres años y encontrar una solución que esté en armonía con la iglesia universal.