La HOAC y la Pastoral Obrera de Cataluña piden mayor seguridad y compromiso por parte de todas las instituciones
La muerte de tres trabajadores en las minas de Súria (Barcelona) no ha dejado indiferente a la sociedad. La Conferencia Episcopal Española, desde su departamento de Pastoral del Trabajo, ha hecho pública una nota en la que vuelve a “urgir a abordar la lacra social que supone las pérdidas de vidas en el trabajo”.
“Estadísticamente, en lo que llevamos de año, se habrán producido unas 150 muertes por accidente laboral”, recuerdan en el texto lamentando que no aparecen en los medios, una “sangría que cada día se cobra 2 o 3 vidas diarias”. “Durante 2022 se registraron 826 muertes en el trabajo”, informan. Para el departamento “la pérdida de salud y de vida es una sangría que se produce diariamente en el mundo del trabajo. Es necesario afrontar esta calamidad social y en primer lugar que Gobierno y agentes sociales prioricen en sus agendas en buscar medidas eficaces para abordar este gran problema” concretando la Estrategia Española 2023-2027 sobre Seguridad y Salud en el Trabajo.
Desde el episcopado lamentan que “la verdadera tragedia es que estas muertes se convierten en frías cifras estadísticasque nos ocultan las tragedias personales y familiares que hay detrás de cada uno de estos accidentes”. “Trabajar en seguridad permite que cada uno exprese lo mejor de sí mismo ganándose el pan de cada día”, reclaman citando al papa Francisco. Además, muestran su cercanía a los familiares y compañeros de los fallecidos. “Como Iglesia estamos profundamente comprometidos en esta causa que nos urge a visibilizarla, señalar las condiciones de trabajo que las provocar y a acompañar a las víctimas”, concluyen.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Permanente de la HOAC, Maru Megina, ha trasladado el dolor a las familias y ha denunciado que “siga habiendo muertes por falta de medidas de seguridad”. “Este accidente demuestra que la vida de las personas trabajadoras sigue estando los sometida a los intereses económicos y denota una falta de compromiso de las instituciones para erradicar un problema de esta gravedad”, reclamó.
La Pastoral Obrera de Cataluña ha mostrado su” dolor y consternación” ante el accidente y ha expresado “su apoyo y oración para las familias afectadas”, así como su “solidaridad con el conjunto de trabajadores que realizan una actividad de riesgo, no siempre suficientemente valorada”. Para ellos, la seguridad “debe ser una prioridad” ya que “trabajamos para vivir, y para vivir dignamente, no para morir”.