Vaticano

Diez años de ‘Evangelii gaudium’: los 6 goles del papa Francisco al ‘siempre se ha hecho así’





No tiene rango de encíclica; sin embargo, es, sin duda, el documento programático del pontificado del papa Francisco. El Domingo de Cristo Rey de 2013, el Pontífice firmaba, tras celebrarse el Año de la fe, la exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’ “sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual”. 288 puntos repartidos en 5 capítulos en los que el Papa venido del fin del mundo revoluciona serenamente el hacer pastoral de la Iglesia por encima de cualquier resistencia interna. Para celebrar este aniversario, Vida nueva repasa los 6 goles del papa Francisco al ‘siempre se ha hecho así.



1. La alegría como método

La alegría como sustantivo y el Evangelio como su complemento. Así empieza el documento que contiene la propuesta misionera –en sentido amplio– del papa Francisco: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”. Una alegría que se renueva, se comunica, renueva y permite la transmisión de la fe.

El marco que el documento establece en torno a la alegría no es una mera presentación estética o falsamente optimista del documento. El papa Francisco está marcando la actitud fundamental que debe tener el cristiano que es, necesariamente, un evangelizador que contagia, antes que nada, dejando de lado su cara de “pepinillos en vinagre”.

2. En salida

Las imágenes que Francisco ha empleado para referirse a la Iglesia como “hospital de campaña” implica gente que esté dispuesta a la acogida del otro, pero no esperando pasivamente a quien quiera venir al templo o a la sacristía. La Iglesia auténticamente misionera, para el Papa, debe ser una Iglesia “en salida”. Aquel “hagan lío” que el Pontífice les pidió a los jóvenes argentinos en la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro (Brasil) es algo más que una declaración de intenciones.

¿Qué es la Iglesia en salida? Para el Papa los verbos son claves para llegar a todos: “primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar”. Acciones para desarrollar con todos, con los colectivos históricamente dejados de lado por la jerarquía, por las minorías que no tienen voz en el panorama internacional, por las familias rotas y heridas que buscan sentido y un abrazo… Y esto para ya: “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación”. Empezando por la “una impostergable renovación eclesial”.

3. Una homilía para la gente de hoy

Cuando estaba casi a punto de publicarse una guía estableciendo las homilías en función de los puntos del Catecismo de la Iglesia, Francisco ha querido dar una auténtico tirón de orejas sobre la necesaria renovación de “la homilía y su preparación”. “La preparación de la predicación es una tarea tan importante que conviene dedicarle un tiempo prolongado de estudio, oración, reflexión y creatividad pastoral”, escribe Francisco.

La pedagogía, la voz del pueblo se entrelazan en este momento en el que resuena el Evangelio en la comunidad y en cada presbítero que anuncia la Palabra. Aunque proliferen los ejemplos de homilías vacías o llenas de una espiritualidad desencarnada, Bergoglio invita a volver a lo esencial de la homilía y del sacerdote como puente entre el mensaje evangélico y cómo hacer que este resuene eficazmente en la comunidad.

4. El compromiso por la inclusión de todos

En torno al final del año litúrgico se ha firmado esta exhortación apostólica y Francisco ha establecido la Jornada de los Pobres, un recuerdo permanente de la solicitud de Jesús por los más necesitados. Esto es algo más que postureo eclesial o una forma de tranquilizar conciencias, es la expresión de una vivencia integral de la experiencia cristiana. El Papa habla a la vez de las “motivaciones espirituales para la tarea misionera” y del objetivo de la “inclusión social de los pobres”.

“Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica. Dios les otorga ‘su primera misericordia’”, escribe el papa Francisco situando en el horizonte teologal este compromiso concreto del cristiano. “Nuestro compromiso no consiste exclusivamente en acciones o en programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro ‘considerándolo como uno consigo’”, añade. Más que palabras.

5. El diálogo social, camino de reconciliación

La misión de la Iglesia no es indiferencia a cuestiones como la economía, la política o la sociología. Francisco, el papa de la misericordia, entiende que la paz social y el diálogo son muestras de la reconciliación. Frente a las tensiones y la fragilidad de la paz y el diálogo social, el Papa ha propuesto en una nueva clave los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

Bergoglio ofrece 4 principios para superar la bipolaridad y la división social: el tiempo es superior al espacio, la unidad prevalece sobre el conflicto, la realidad es más importante que la idea y el todo es superior a la parte. Principios de acción que van más allá de un mero cuadro teórico y que necesitan aterrizarse en el tripe diálogo de la Iglesia: “El diálogo con los Estados, con la sociedad —que incluye el diálogo con las culturas y con las ciencias— y con otros creyentes que no forman parte de la Iglesia católica”.

6. La Iglesia es femenina

“Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina”, también en situaciones como las que la mujer ha vivido a lo largo de la historia del cristianismo. “Todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia”, escribe el Papa al tratar de planear algunos desafíos actuales de la Iglesia.

El genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales”, reclama Bergoglio al respecto. Tareas en la agenda.

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