“Si el Documento sobre la Fraternidad Humana representó un hito en el camino del diálogo interreligioso, la encíclica ‘Fratelli Tutti’ nos exhorta a entrar y a pisar un terreno común ligado a una antigua Verdad, que puede sonar hoy nueva en el mundo que nos rodea, que a menudo está atrofiado por el egoísmo”. Así se expresa, en entrevista con Vatican News, el cardenal Miguel Angel Ayuso, prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso.
Recordando sus 10 años de pontificado, el misionero comboniano señala que ha colaborado con Francisco “desde el comienzo”, por lo que puede dar fe de “cuánto trabajo se ha hecho, incluso en medio de innegables dificultades”.
“Es conocido por todos, que el Santo Padre ha resaltado las relaciones entre los miembros de las diferentes religiones, subrayando la importancia de la amistad y del respeto. Y esto es algo evidente, el Papa desea una Iglesia en salida, amiga de los más pobres, en diálogo con todos, y que a la luz del Evangelio recuerde la centralidad del ser humano y su innata dignidad, y que con mucho interés busque ‘aliados y amigos’, sobre todo entre quiénes pueden referirse a un rico patrimonio espiritual y a una sabiduría milenaria, como las personas de otras tradiciones”, señala.
“El punto de apoyo siempre es la fraternidad”
Para Ayuso, “el punto de apoyo siempre es la fraternidad”. Por ello, espera que “este mensaje de fraternidad propuesto por el Papa y por el gran imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb, en el documento conjunto firmado en Abu Dabi, el 4 de febrero de 2019, pueda ser recibido por la comunidad internacional, para el bien de toda la familia humana, que debe pasar de la simple tolerancia a la verdadera convivencia y coexistencia pacífica”.
“Su contenido se está abriendo camino cada vez más entre otras tradiciones religiosas –reconoce–, más allá de las relaciones entre cristianos y musulmanes, ya que el mensaje del Documento es universal y no limitado en el espacio o en el tiempo”.
Según concluye el purpurado, “podemos alegrarnos de que en estos diez años de pontificado, en el diálogo interreligioso estamos caminando por el sendero seguro, cierto y prometedor de la fraternidad, de la convivencia y de la paz”.
