El Pontífice ha encomendado, durante la audiencia general, a “María Santísima, Consoladora de los afligidos y Reina de la paz, al pueblo ucraniano martirizado”
“Con el bautismo recibimos una vocación y una misión, es decir, el Señor nos llama para estar con Él y para enviarnos a anunciar la Buena Noticia. Por eso, apóstoles no son solo los doce discípulos que eligió Jesús, sino todos los bautizados, que formamos el santo Pueblo fiel de Dios”. Así lo ha explicado el papa Francisco hoy durante la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro, en la que ha continudo su ciclo de catequesis sobre ‘La pasión por la evangelización: el celo apostólico del creyente’.
Como ha comenzado recordando el Pontífice, “en esta catequesis reflexionamos sobre lo que significa ‘ser apóstoles’ en una ‘Iglesia apostólica'”. Precisamente, “el Concilio Vaticano II nos enseña que la vocación cristiana es también una llamada al apostolado”.
“El testimonio de los primeros cristianos ilumina también nuestro apostolado en la Iglesia de hoy. Sus experiencias nos muestran que es Dios quien nos elige y nos da la gracia para la misión —que a veces parece superar nuestras capacidades—, y que a ese don gratuito corresponde una respuesta gratuita de nuestra parte”, ha señalado, para luego rematar: “La tarea apostólica, como hemos dicho, es común a todos los bautizados, y cada uno la lleva adelante de manera activa y creativa, según los dones y carismas que ha recibido”.
En su saludo a los peregrinos de lengua española, Jorge Mario Bergoglio ha recordado que “dentro de unos días celebraremos la solemnidad de san José, patrono de la Iglesia universal. Pidamos a Dios, por intercesión de este querido santo, que nos ayude a ser apóstoles fieles y valientes, abiertos al diálogo y dispuestos a afrontar los desafíos de la evangelización”.
Por último, el Papa no se ha olvidado una audiencia más de la “martirizada” Ucrania: “A María Santísima Consoladora de los afligidos y Reina de la paz, encomendamos también al pueblo ucraniano martirizado”.