Europa

Los obispos polacos, decididos a investigar a Juan Pablo II

La Plenaria aprueba por unanimidad abrir los archivos por supuestos encubrimientos de abusos en Cracovia





Los obispos de Polonia han querido salir al paso tras la polémica desatada en su país, sobre cómo gestionó Juan Pablo II los casos de abusos sexuales durante su ministerio como arzobispo de Cracovia, y han decidido por unanimidad emprender una investigación al respecto.



El pasado día 14, concluida la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal celebrada en Varsovia, el arzobispo de Gniezno y primado de Polonia, Wojciech Polak, declaró que se dispondrán a “nombrar un equipo de especialistas independientes para examinar los archivos estatales y eclesiásticos con el fin de esclarecer los casos de delitos sexuales cometidos contra menores por algunos clérigos ”.

Aunque no adelantó nombres, el prelado sí confirmó que dicho equipo estará integrado por historiadores, abogados y psicólogos. Asimismo, subrayó que no solo se procederá a investigar a Cracovia y a Karol Wojtyla, sino a todas las diócesis y órdenes religiosas.

Ayuda y verdad

Polak, responsable episcopal de la protección de niños y jóvenes en la Iglesia, se mostró esperanzado de que la investigación “sea de verdadera ayuda para las víctimas”, pues los afectados “necesitan la verdad”. En este sentido, destacó que la decisión se había tomado “por unanimidad”, circunstancia especialmente relevante, pues los archivos eclesiásticos de Polonia se han mantenido en gran medida bajo llave.

El origen de todo el debate actual en torno a Juan Pablo II está en un documental de televisión emitido semanas atrás en que se desvela que tuvo conocimiento, siendo arzobispo de Cracovia, de las acusaciones de abusos sexuales a menores contra tres sacerdotes a los que, pese a ello, les permitió seguir trabajando en sus parroquias. En el caso de uno de ellos, según la misma fuente, Wojtyla escribió en 1972 una carta de recomendación al entonces cardenal vienés, Franz König, para poder enviarle a una parroquia austríaca, pero sin informarle de las acusaciones que pesaban sobre el sacerdote.

Respeto a la memoria

Los obispos polacos se pronunciaron días después y, al referirse al polémico documental, hablaron de un intento “sin precedentes” de “desacreditar la persona y la obra de san Juan Pablo II”. Al tiempo, hicieron un llamamiento “a todos para que respeten la memoria de uno de nuestros compatriotas más ilustres” y agradecieron públicamente a quienes defendieron el “buen nombre” de Juan Pablo II.

El propio Episcopado -a través de su portavoz, el jesuita Leszek Gęsiak-, ya había salido al paso de las acusaciones vertidas sobre Wojtyla en dicho espacio televisivo. Sin embargo, ahora, en busca de una “evaluación justa”, dan un paso más allá y piden investigar los pormenores acudiendo a los archivos eclesiásticos.

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