Han sido construidas por sus mismos integrantes; muchos de ellos, mapuches
“Enfatizamos el llamado a la paz y unidad, nuestra gente y sus comunidades están sufriendo mucho, es dolor y angustia al ser además actos de violencia y destructivos”, dice la declaración del obispado de Temuco ante el incendio provocado a la capilla Sagrado Corazón de Jesús, de la parroquia San Francisco de Asís de Selva Oscura. Este incendio, ocurrido al amanecer de este lunes, se suma al que sufrió la capilla Santa Teresa, de esta misma parroquia, el sábado 4 de marzo.
La declaración expresa el dolor de la comunidad diocesana junto a su administrador diocesano, Juan Andrés Basly Erices, y recuerda el mensaje del papa Francisco en su visita a esta diócesis en enero del 2018: “La violencia llama a la violencia, la destrucción aumenta la fractura y separación. La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa. Por eso decimos ‘no a la violencia que destruye’, en ninguna de sus dos formas”.
El informe “Libertad Religiosa en el Mundo 2021” de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) da cuenta que 59 iglesias fueron dañadas o vandalizadas en Chile entre octubre de 2019 y octubre de 2020, de las cuales seis eran protestantes y 53 católicas.
Según la directora de ACN Chile, Magdalena Lira, los vecinos de la capilla Santa Teresa salieron de sus casas para ayudar, pero sólo fueron testigos de su destrucción. “Las llamas consumieron el edificio en cuestión de minutos, dejando a la comunidad, compuesta en su mayoría por familias mapuches, sin un lugar de culto para sus actividades. La pequeña capilla había sido construida en 1952 por los vecinos, de ahí el dolor que sintieron al verla arder”, dijo la directora de ACN.
En las cenizas de esta capilla se encontró un lienzo reivindicando el atentado con este texto: “Libertad P.P.M. R.M.N. Newen werken epu leufu” en el que se pide libertad a los presos políticos mapuches y se identifican como Resistencia Mapuche Malleco.