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La historia detrás del Himno de la Novena Intercontinental Guadalupana

Tras la presentación del himno, el autor, Luis Alfredo Díaz, ya trabaja en un musical para celebrar los 500 años de las apariciones de la Morenita en el Tepeyac





Luis Alfredo Díaz es autor del Himno de la Novena Intercontinental Guadalupana, melodía que fue dada a conocer por la Iglesia en México a finales de 2022, cuando se anunció el inicio de la Novena Intercontinental Guadalupana.



Esta novena forma parte del Proyecto Global Pastoral 2031-2033, que es una iniciativa de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para conmemorar los 500 años del Acontecimiento Guadalupano.

En ese contexto, Vida Nueva platicó con Luis Alfredo Díaz, quien reflexionó sobre el himno, titulado: ‘No estoy aquí yo que soy tu madre’. “Es bonita y con argumento maternal… Esa frase para mí siempre ha sido muy significativa, el primer impacto fue en mi primera visita a la Basílica de Guadalupe en México”.

El cantautor adelantó que ya preparan un musical con miras a los 500 años del Acontecimiento Guadalupano: “entramos en la realización de este himno porque teníamos un proyecto, que está en el corazón nuestro y de muchas otras personas; es un musical que estará representando toda la historia del Acontecimiento Guadalupano. En él estoy a punto de comenzar a trabajar. La canción del himno es una de las que formarán la serie de canciones para el musical”.

PREGUNTA.- ¿Qué representa para ti ser el compositor del Himno de la Novena Intercontinental Guadalupana?

RESPUESTA.- En primer lugar, una gran sorpresa y alegría; una ilusión que cualquier compositor puede tener a la hora de componer una canción y que jamás piensa que se le va a cumplir; tengo que ser muy agradecido al Señor y a María Santísima de Guadalupe en que se hayan fijado en mí para que esta canción finalmente cumpliera ese rol que se le ha pedido de ser el Himno de la Novena Intercontinental Guadalupana.

Un homenaje continental

P.- ¿Cuál es el objetivo del himno y qué debe representar para los católicos?

R.- En realidad la canción del himno fue compuesta hace 20 años; canté la canción y la inauguré en la Basílica de Guadalupe en México, prácticamente en las mismas fechas, en un encuentro internacional de Renovación Carismática, y me pidieron que diera un concierto, así que inauguré esa canción allí mismo delante de la imagen.

La canción gustó mucho, luego se grabó en el disco: ‘Luis Alfredo en vivo en la Basílica de Guadalupe’; se ha seguido escuchando y cantando. Tuvo trascendencia, como puede tener la música nuestra en el mundo religioso; trascendencia relativamente grande pero no mundial; entonces cuando me hicieron la propuesta de que estaban buscando una canción para poder hacer el himno, me dijeron ‘¿podrías componer una canción?’.

Yo dije ‘sí, claro que puedo componerla’, me puse a pensar, pero inmediatamente me saltó a la cabeza esta canción, y yo dije, ‘pero si la canción ya la tengo compuesta pudiera ser ésta y la presenté inmediatamente, a todo el mundo le gustó’.

Basada en el Nican Mopohua

P.- ¿Cómo decidiste la letra que lleva el himno?

R.- Hace muchísimos años recuerdo haber visto el mensaje de ‘No estoy yo aquí que soy tu madre’, en uno de esos plafones escritos en la Basílica y me impresionó. Luego leí los textos del Nican Mopohua, lo que me hizo compenetrarme más en el tema; la frase en sí era impactante: ‘¿necesitas algo más acaso, alguna cosa más?’, o sea, esa forma de argumentar que tiene la Virgen de Guadalupe delante de Juan Diego, como diciendo: ‘no tiene lógica pensar en algo más, no tienes suficiente con todo lo que te estoy dando’.

Para la realización de la letra de la canción en este caso fue literal; este es un estilo mío de componer y musicalizar literalmente textos de santos; tengo por ejemplo un musical que se llama ‘Testigos’, donde compongo música y textos de Madre Teresa de Calcuta, de San Josemaría Escrivá de Balaguer, del Padre Pío, de Josefina Bakhita, y tengo más de tres de la madre Teresa de Calcuta, de Teresa de Lisieux, que es musicalizado, de Clara de Asís.

Para mí es una cosa muy bonita encontrar un texto que de por sí, ya lo digan todos, que yo no le necesite estar poniendo ningún comentario alrededor de eso y cantar el texto, o sea, yo lo que encuentro como una aportación musical, como compositor es poder seleccionar textos de la Biblia, versículos bíblicos o textos sagrados o frases de santos y ponerle una música de tal manera que lo popularizas porque el texto de por sí a veces se lee, se dice, te lo metes en la cabeza, pero cuando además de eso va con la música implícita, ese texto tiene un valor superior, porque se te engancha en el alma.

Melodía salida del alma

P.- ¿Qué transmite al oyente, el ritmo, acordes e interpretación del himno?

R.- Suelo componer de una manera muy orgánica, muy natural, casi siempre la música y la letra van juntos, ya sea si las estoy componiendo o le estoy poniendo yo la letra de mi propia autoría, o estoy utilizando una letra de otra persona casi siempre hago las dos cosas a la vez.

Me parece que eso hace que la canción sea más creíble y bueno, muchas personas me han dicho que tengo un don especial de hacer melodías, o sea, quién no ha cantado ‘Tan cerca de mí’ o ‘Quiero decir que sí’; son melodías que se han hecho muy populares y casi siempre salen de un momento de oración o de reflexión.

De dónde sale esa melodía: sale del alma, es como como una especie de silbido que está haciendo el alma y que tú lo transmites a través de tu voz.

La canción del himno es muy sencilla, es literal desde arriba hasta abajo del texto, ni siquiera hay ninguna interrupción en el sentido musical, sino que toda la secuencia armónica y la melodía va desde el principio de esa frase hasta el final de lo que en aquel momento la Virgen de Guadalupe le dijo a Juan Diego.

Es el gran mensaje hoy en día para nuestra sociedad también: ‘acaso no nos estamos dando cuenta de esa gran necesidad de recurrir a María’; recurrir a la Virgen de Guadalupe para que nos acerque a Dios.

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