El Papa recibió ayer en el Aula Pablo VI a migrantes rescatados gracias a este proyecto de cooperación internacional promovido por la Iglesia
Una iniciativa “trágicamente oportuna”. Así ha definido el papa Francisco a los corredores humanitarios durante su audiencia a los refugiados llegados a Europa a través de este medio, junto sus las familias y representantes de las comunidades que los acogen y velan por su integración.
Es, según el Papa, una iniciativa que, además, hoy se presenta “más necesaria que nunca”, tal como “lamentablemente también lo atestigua el reciente naufragio de Cutro, que no debería haber ocurrido y hay que hacer todo lo posible para que no vuelva a ocurrir”.
“Los corredores construyen puentes que muchos niños, mujeres, hombres, ancianos, provenientes de situaciones muy precarias y de graves peligros, que han cruzado finalmente en seguridad, legalidad y dignidad hacia los países de acogida”, ha continuado Francisco. “Cruzan fronteras y, más aún, los muros de la indiferencia sobre los que muchas veces se hace añicos la esperanza de muchas personas que esperan durante años en situaciones dolorosas e insostenibles”, ha aseverado.
En este sentido, el Papa ha señalado que “son una forma viable de evitar las tragedias y los peligros asociados con la trata de personas”. Sin embargo, “aún se necesita mucho esfuerzo para extender este modelo y abrir más vías legales para la migración”, pero, allí “donde falta voluntad política, modelos efectivos como el suyo ofrecen nuevas vías para la acción”. “Después de todo, la migración segura, ordenada, regular y sostenible es de interés para todos los países. Si no se ayuda a reconocer esto, se corre el riesgo de que el miedo cierre el futuro y justifique las barreras sobre las que se rompen vidas humanas”, ha subrayado Francisco.
De esta manera, ese trabajo que “identifica y acoge a las personas vulnerables, busca responder de la forma más adecuada a un signo de los tiempos”, y que muestra “un camino para Europa, para que no se quede estancada, asustada, sin visión de futuro”. “En realidad, la historia europea se ha desarrollado a lo largo de los siglos a través de la integración de diferentes poblaciones y culturas. ¡Así que no le tengamos miedo al futuro!”, ha insistido el Papa.
“Esta historia de aceptación es un compromiso concreto por la paz”, ha apuntado. Y, por último, se ha dirigido concretamente a los refugiados ucranianos presentes en la audiencia: “quiero decirles que el Papa no se da por vencido en buscar la paz, en esperar la paz y en orar por ella. Hago esto por vuestro maltrecho país y por otros afectados por la guerra; aquí de hecho hay mucha gente que ha huido de otras guerras”.