Este sábado el Papa recibió en audiencia en el Vaticano a los jóvenes del Proyecto Policoro, impulsado por la Conferencia Episcopal Italiana. Una iniciativa que, tal como ha señalado Francisco, “nació de la necesidad de formaros para el servicio en la sociedad y en la política; y también poder, a tu vez, colaborar en la formación de otros jóvenes”.
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“Este año tenéis la paz como tema”, ha señalado el Papa, “y este es un tema que no puede faltar en la formación sociopolítica, y lamentablemente también es urgente por la coyuntura actual”. Y es que, tal como ha apuntado Francisco, “la guerra es el fracaso de la política”, ya que “se alimenta del veneno que considera al otro como enemigo”. “La guerra nos hace tocar el absurdo de la carrera armamentista y su uso para la resolución de conflictos”, ha aseverado.
Por lo tanto, en un momento en el que los conflictos se suman a una política que “no goza de muy buena reputación”, se necesita una “mejor política”, la cual “presupone exactamente lo que estáis haciendo, es decir, educaros en la paz. Esta es responsabilidad de todos”.
Mirar hacia el futuro
Así, Francisco ha remarcado que la ternura y la fecundidad marcan aquella “espiritualidad que debe alimentar la política”, ya que la primera “es el amor que se hace cercano y concreto”, mientras que la segunda “está hecha de compartir, de visión a largo plazo, de diálogos, de confianza, de comprensión”. “Significa mirar hacia el futuro e invertir en las generaciones futuras; iniciar procesos en lugar de ocupar espacio”, ha aseverado el Papa.
Por último, Francisco ha concluido proponiendo las preguntas que todo buen político debería hacerse: “¿Cuánto amor he puesto en mi trabajo? ¿Cómo he hecho avanzar a la gente?”. “Su preocupación no debe ser el apoyo electoral o el éxito personal, sino involucrar a las personas, generar emprendimiento, hacer florecer los sueños, hacer que las personas sientan la belleza de pertenecer a una comunidad”, ha subrayado. “La participación es el bálsamo de las heridas de la democracia”.