Los cardenales Gerhard Müller y Raymond Burke han retomado su agenda mediática en estos últimos días con la vista puesta en un objetivo común: lograr arrancar del Papa un castigo a los obispos alemanes por desmarcarse de la doctrina católica a través del llamado Camino Sinodal. Lo cierto, es que en la asamblea más reciente en la que participan también sacerdotes, religiosos y laicos salió adelante con 176 votos a favor, 14 en contra y 12 abstenciones, el documento titulado ‘Bendiciones para las parejas que se aman’, que incluye a las uniones gais.
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Así lo han manifestado ambos en diferentes declaraciones públicas realizadas casi en paralelo y con el mismo tono, fondo y forma. El ex prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, Raymond Burke, ha expresado ante los micrófonos y las cámaras de EWTN que el empeño de los pastores germanos en seguir adelante con el Camino Sinodal puede considerarse “un alejamiento, de una enseñanza herética y de la negación de una de las doctrinas de la fe -o de apostasía en el sentido de simplemente alejarse de Cristo y de su enseñanza en la Iglesia católica- con el fin de abrazar alguna otra forma de religión”. “Se trata de delitos”, sentencia Burke, refiriéndose, por ejemplo, a la aprobación de bendiciones para parejas homosexuales y recuerda que “el Código de Derecho Canónico prevé las sanciones oportunas”.
Destituidos
Por su parte, el ex prefecto para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller cree necesario que los obispos alemanes sean juzgados y castigados si me mantienen en sus trece: “Debe haber un juicio, y deben ser condenados, y deben ser destituidos de su cargo si no se convierten y no aceptan la doctrina católica”, ha señalado Müller.
Para el que fuera ‘ministro’ vaticano, “es muy triste que una mayoría de obispos haya votado explícitamente contra la doctrina revelada, y la fe revelada de la Iglesia católica y de todo nuestro pensamiento cristiano, contra la Biblia, la palabra de Dios en la Sagrada Escritura y en la tradición apostólica y en la doctrina definida de la Iglesia católica”.