El secretario personal de Benedicto XVI, el arzobispo Georg Gänswein, ha confirmado este domingo, 19 de marzo, que ha cumplido con el deseo del pontífice emérito de destruir sus cartas y notas privadas. “Las destruí, como él quería” señaló a los periodistas tras celebrar la misa en la parroquia romana en la que Benedicto XVI era titular como cardenal en la zona de Casal Bertone.
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Repartir la herencia
Si bien algunos documentos personales del Papa emérito aparecen en las memorias publicadas el pasado 5 de enero por Gänswein, el secretario aseguró que “ya no tiene” ningún texto inédito más allá de los publicados en el libro ‘’Qué es el cristianismo’, aparecido el pasado 20 de enero bajo la autorización del propio Benedicto XVI. Y es que ante los recelos frente a los derechos de autor del pontífice alemán despejó toda duda asegurando que seguirán formando parte de los ingresos de la Fundación vaticana Ratzinger-Benedicto XVI.
El arzobispo, que es el albacea de la herencia del pontífice, señaló que también que está buscando a cinco primos del pontífice alemán en Baviera que serían los herederos. “Esto ha sido muy interesante para mí, pensaba que tenía dos parientes, dos primos, pero son en total cinco primos. Ahora, por ley, tengo que escribir a los primos que son los parientes más cercanos y decirles, también por ley, ¿aceptáis la herencia o no la aceptáis?”, explicó. Una herencia que consistiría en el dinero que quede en la cuenta personal del Pontífice emérito en el Instituto para las Obras de Religión, el llamado Banco Vaticano.
“Rezo para que el Señor me dé a través del Papa lo que es justo para mí en el servicio de la Iglesia universal, donde será como he dicho no lo sé”. Señaló Gänswein sobre su futuro destino, que “aún no ha decidido” el papa Francisco.