Motivados por estos tiempos sinodales quieren “saber estar y saber ser red” para plantar cara contra el extractivismo
Unos 50 voceros de la Red Iglesias y minería ha sostenido una reunión para analizar la situación de la minería en sus territorios, sobre todo cuando el asesinato de líderes indígenas y campesinos viene en aumento.
Así Cáritas Ecuador, la Red Nacional de Pastoral Ecológica y la Red Eclesial Panamazónica (Repam), que forma parte de esta red de redes, aportaron “una experiencia muy profunda sobre “la espiritualidad de los pueblos y comunidades”, en especial, la espiritualidad la espiritualidad afro, que ha plantado cara no solo contra el extractivismo, sino a las diversas formas de exclusión a la que son sometidos.
Para la Red “vivimos tiempos sinodales, por esto es preciso saber estar y saber ser red, en defensa de la vida y casa común”, por tanto, “rechazamos que el sistema capitalista mercantilice” de estas poblaciones campesinas, indígenas y afro, al tiempo que “nuestras iglesias viven un momento de profunda sensibilidad sobre los temas del martirio de tantas comunidades y de la hermana Madre Tierra”.
También han pedido “desenmascarar la narrativa del sistema extractivista minero, que va con todo su arsenal para intentar dividir, coaccionar y convencer a la gente, a las comunidades”.
Se trata de una neocolonización extractivista: un discurso bien pensado, que solapa la violencia con las que las empresas mineras y gobiernos buscan envolver a las comunidades para crear divisiones internas.
No obstante, las organizaciones eclesiales consideran que “ahí mismo es donde emergen las posibilidades de enfrentar al sistema, desde las narrativas propias, donde la reciprocidad, la colaboración y lo comunitario recuerda que no es posible la vida cuando se arranca de las entrañas la sangre y el agua, cuando se cambia regalía por agricultura”.
Denuncian que la minería es un mal que debe enfrentarse desde todas sus aristas. Empezando como el dinero de “este lucro criminal sale de nuestros países, de una forma legalmente inmoral, en cómo las cadenas de suministro de la minería dejan a su paso destrucción, pagos irrisorios, gobiernos corruptos y un lucro inmenso para los mismos grupos de poder”.
Señalaron que este aspecto de flujos financieros que sustenta a la minería esta siendo investigado por la red en alianza con organizaciones técnicas (Facing Finance) especializadas en estudios de Financias Sucias, sobre todo en Europa.
“Uno de los grandes desafíos que se siguen reflexionando en la red Iglesias y Minería tiene que ver con las alternativas al desarrollo, que parten de las propias propuestas territoriales, donde se vive la ecología integral, o se intenta responder desde este paradigma aun en detrimento de las amenazas impuestas”, han señalado.
Adalberto Jiménez, obispo de Aguarico, estuvo presente en este encuentro. Ha destacado “el compromiso de la Iglesia con las comunidades martirizadas por la devastación de la tierra, en una conversión de profunda sintonía con sus clamores, urgencias, con la necesidad de caminar juntos en aspectos legales, sociales y espirituales para fortalecer el enfrentamiento al modelo que se denuncia en la Laudato Si’”.
Por ahora, la Red Iglesias y Minería está presente en el continente en 10 nodos locales, que “son los pies y manos del acompañamiento y trabajo en el territorio, donde están presentes la vida religiosa, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones comunitarias y organizaciones de fe”.
“Su trabajo concretiza los esfuerzos y es un punto de articulación territorial. Un gran desafío sigue siendo la participación de mayores plataformas ecuménicas”, acotó.
Además tienen proyectado generar más espacio de incidencia, tanto en lo interno como en lo externo, para ello, quieren que en la misma Iglesia se pueda sensibilizar, concientizar, aportar para la transformación del sistema económico de extracción.
Mientras que a nivel externo desean mantener el apoyo de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), Iglesias del Norte Global, de CIDSE (cooperación internacional para el desarrollo solidario), de la Conferencia de Obispos de la Unión Europea – COMECE y de otras organizaciones aliadas en estos procesos, como Fastenaktion, CCFD, Pax Christi y otros.
Foto: Red Iglesia y Minería