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Estados Unidos: jesuitas piden a Biden eliminar trabas en solicitudes de asilo para evitar más tragedias

La Red Jesuita con Migrantes señala que “estas políticas punitivas exponen a personas ya vulnerables a mayores peligros”





Organizaciones jesuitas, aliadas de la Red Jesuita con Migrantes, expresaron su preocupación por las prácticas y políticas de la administración de Joe Biden, pues “restringen la posibilidad real y efectiva de acceder al derecho de asilo“.



La Red Jesuita con Migrantes, que asumió la declaración como propia, señaló que dichas políticas restringen el derecho a solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México.

“Vemos de primera mano cómo estas políticas punitivas exponen a personas ya vulnerables a mayores peligros (…) instamos a la administración a poner fin a estas barreras al asilo”, expresó la Red.

Las organizaciones consideraron que hace tres años, la administración de Donald Trump utilizó la pandemia de Covid-19 como una “justificación espuria para comenzar a expulsar a los migrantes de los Estados Unidos, sin ninguna oportunidad de solicitar asilo”.

“Y aunque el presidente Biden hizo campaña con la promesa de restablecer el asilo, su administración, en cambio, amplió la aplicación del Título 42, incluso mucho después de que la mayoría de las restricciones relacionadas con la pandemia en el país hubieran terminado”, explicaron.

Extorsión, abuso de poder y crímenes contra migrantes

En ese sentido, refirieron que la administración Biden anunció ahora nuevas políticas que harán mucho más difícil que muchas personas que huyen de la persecución obtengan asilo.

“Estas propuestas mueven la política de inmigración estadounidense precisamente en la dirección equivocada y devolverían a muchas personas al peligro. Regularmente escuchamos historias de primera mano de extorsión, abuso de poder y crímenes cometidos contra migrantes y solicitantes de asilo devueltos a México y otros lugares”, precisaron.

El trágico caso de Jaime

De acuerdo con la organización Kino Border Initiative, con sede a ambos lados de la frontera entre Arizona y Sonora, se han detectado muchos de estos casos, como el de Jaime (nombre cambiado para proteger su identidad), que huyó de Venezuela con su esposa.

“Llegaron a Piedras Negras, Coahuila, donde pudieron concertar una cita a través de CBPOne, pero la única cita disponible estaba en San Ysidro, Baja California, a más de 1.200 millas de distancia. Mientras viajaban a San Ysidro en autobús, toda la familia fue secuestrada, torturada y extorsionada por un grupo criminal durante 20 días”.

Una noche, a las 3 de la madrugada, Jaime y su familia fueron vendados, subidos a un camión y llevados al muro fronterizo. Los secuestradores les dijeron que cruzaran a pie la frontera con Estados Unidos y amenazaron con matarlos si intentaban regresar a México. Cuando Jaime y su familia cruzaron, fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza. Explicaron que no habían acudido a su cita con el CBPOne mientras estaban secuestrados y los secuestradores les obligaron a cruzar a Estados Unidos. El agente respondió que eran delincuentes porque habían cruzado ilegalmente. A las pocas horas, la Patrulla Fronteriza los expulsó a Nogales, México.

Necesario un sistema de asilo justo y humano

Luego de la explicación del caso de Jaime, las organizaciones consideraron que “el enfoque excluyente de la administración Biden conducirá inevitablemente a más tragedias de este tipo, y no sólo plantea importantes problemas de derechos humanos, sino que tampoco aborda las causas profundas de la migración”.

Refieron lo declarado recientemente por el obispo de El Paso y responsable del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, Mark J. Seitz: esta política “perpetúa la idea errónea de que las medidas coercitivas de mano dura son una solución viable al aumento de la migración y los desplazamientos forzosos. Décadas de enfoques similares han demostrado lo contrario”.

Las organizaciones jesuitas consideraron que si bien, Estados Unidos tiene derecho a regular sus fronteras, “este esfuerzo no puede hacerse a expensas de las personas que necesitan desesperadamente protección. Reducir el acceso al asilo sólo sirve para poner en peligro a los inmigrantes“.

Por lo anterior, señalaron que en lugar de diseñar políticas para mantener al mayor número posible de personas fuera de Estados Unidos, “nuestra fe nos llama a diseñar políticas que garanticen que, como país, podemos ofrecer protección a quienes la necesitan”.

Finalmente, declararon que no pueden permitir que la indiferencia y el miedo “nos dividan basándose en las condiciones de nuestro nacimiento. Pedimos al presidente Biden que retire y desestime la consideración de cualquier política que cree nuevas barreras para los vulnerables y que aplique un sistema de asilo justo y humano, de acuerdo con las enseñanzas de nuestra fe y los valores arraigados de nuestro país”.

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