El director del Secretariado de la Pastoral Universitaria de Madrid coordina el congreso sobre el magisterio del Papa que se celebrará el 29 y 30 de marzo en el CEU
Dos días para conocer a fondo el ser y hacer del primer pontífice latinoamericano de la historia. Es el eje del congreso que se celebrará en Madrid los días 29 y 30 de marzo con el lema ‘La alegría del Evangelio. Diez años de Magisterio del Papa Francisco’. Organizado por la Pastoral Universitaria de la archidiócesis de Madrid y el CEU, asistirán, entre otros, los cardenales Juan José Omella, Carlos Osoro y Carlos Aguiar, además de la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Junto a ellos, el vaticanista de ‘Vida Nueva’, Antonio Pelayo. Entre bambalinas para hacer realidad este foro de reflexión se ha movido entres estos últimos meses como coordinador Andrés Ramos Castro, sacerdote y director del Secretariado de la Pastoral Universitaria de Madrid.
PREGUNTA.- Diez años de pontificado de Francisco, ¿cree que a pie de parroquia y de universidad se aprecia verdaderamente el alcance de su magisterio?
RESPUESTA.- A pie de obra sí se percibe la impronta del Papa Francisco, en los jóvenes de una manera muy especial, porque cuenta con ellos, porque escucha y entiende a los jóvenes, les habla muy directamente, les trata como a hermanos, porque tiene grandes esperanzas en ellos, les invita a correr, a construir, a crecer en santidad, a responder a la propia vocación, a buscar nuevos desafíos, a crecer en amistad con Jesucristo y ofrecer su testimonio a otros jóvenes y, de manera muy clara, les pide que ayuden a la Iglesia a mantenerse joven, a luchar por la justicia, a ocuparse de los pobres, a dejarse interpelar con humildad. Los jóvenes entienden este lenguaje, influye en ellos de manera muy positiva y responden con la generosidad que les es propia, están “haciendo lío”. Esto se percibe en las realidades concretas de la pastoral universitaria, lo perciben nuestros capellanes y agentes de pastoral en las diversas capellanías, colegios mayores, voluntariados, etc. Las aportaciones de su magisterio en ámbitos, por ejemplo, de la economía, de la cuestión medio ambiental, de las relaciones humanas más fraternales, son tenidas en cuenta y han avanzado la reflexión presentando la cosmovisión cristiana de la realidad. El propio Congreso quiere dar fe de todo esto. Congreso que, como saben, tendrá lugar en el Aula Magna de la Facultad de Económicas de la Universidad San Pablo CEU.
P.- ¿Por qué el Papa parece que tiene tanto respaldo fuera de la Iglesia y, sin embargo, ha encontrado resistencias entre algunos sectores católicos?
R.- Es en realidad es una pregunta compleja, de difícil respuesta. No me agrada hablar de resistencia. Personalmente no suelo cuestionar al Santo Padre, él tiene un conocimiento de la realidad mucho más amplio que el mío. Es un hombre de Dios, muy cercano a Dios, con una oración encarnada, sumergida en la realidad. Y muy cercano a la gente, especialmente a los más pequeños y sencillos: busca el encuentro con todos, el diálogo, el compromiso. No tiene miedo a denunciar el autoritarismo, la mundanidad o la corrupción. Habla siempre a corazón abierto y sueña con una Iglesia con vocación de hospital, donde cuidar, custodiar, y preservar siempre toda vida, una Iglesia en la quiere hacer resonar la llamada a la santidad, por eso me cuesta hablar de resistencias.
P.- ¿Falta más pedagogía no para explicar, sino para desmontar las ‘fake news’ que se han generado en torno a Francisco?
Precisamente por eso considero que es importante este Congreso, son importantes todos los actos que se están desarrollando estos días. Estamos agradecidos por los 10 años de pontificado y sentimos la necesidad de conocer y reflexionar juntos sobre el Magisterio del Papa Francisco. Personas que le conocen bien de cerca, como el Cardenal Carlos Aguiar o nuestros cardenales españoles Omella y Osoro, periodistas que le han acompañado en sus viajes y en el día a día del Vaticano, como Juan Vicente Boo y Antonio Pelayo, profesores como Massimo Borghesi, que ha escrito una biografía intelectual acerca de Francisco, periodista, políticos, profesores, jóvenes profesionales, jóvenes de nuestras capellanías, entre todos, nos ayudarán a conocer mejor, a conocer bien, la verdad de su pensamiento y su persona.
P.- ¿Cómo pretende ayudar este congreso a conocer de verdad a Jorge Mario Bergoglio y no dejarse llevar por el ‘dicen que ha dicho´?
R.- El objetivo es llegar a conocer en profundidad, y para esto están los ponentes y los miembros de las diversas mesas de reflexión. El fin del Congreso es llegar a conocer mejor sus textos, la objetividad de sus palabras, para respetar y querer lo que se conoce, la finalidad es crear verdadera opinión, fundamentada. Le voy a decir algo que me ha parecido muy importante, y quizás providencial, cuando hemos realizado las llamadas e invitaciones a participar en el Congreso nadie nos ha dicho que no, y podría haber razones de agenda que impidieran la participación. Nadie dijo no, al contrario, manifestaron su alegría por la invitación y la total disponibilidad. Y una alegría añadida contar con la generosa y eficaz colaboración de la Universidad San Pablo CEU, que no sólo cede sus instalaciones, sino que son muchas las personas que nos están ayudando para la buena ejecución. Esto es muy alentador y es una muestra del cariño a Francisco y de servicio a la Iglesia. Esto es señal de que tenemos verdaderamente ganas de conocer mejor este Magisterio, de exponerlo y compartirlo.
P.- Usted que está en contacto diario con los jóvenes universitarios, ¿qué percepción tienen de Francisco?
Recuerdo a Juan Pablo II con enorme cariño, como el Papa de mi juventud. En muchas ocasiones he escuchado decir con orgullo a amigos míos, de mi generación, que Juan Pablo II “es mi Papa”. Los jóvenes siempre buscan, son inquietos, por eso, cuando eres joven acoges, como decíamos antes, con mucho entusiasmo los retos y las propuestas creíbles que te llevan a vivir la vida en profundidad y con coherencia. Los jóvenes buscan propuestas que no sean alienantes. Las que te llevan por el camino de la verdad y del bien; ese “camino practicable” que Dios ofrece a su pueblo. El Papa Juan Pablo II, el Papa Benedicto, han sido muy queridos, y ahora, nuestros jóvenes universitarios escuchan a Francisco, testigo fiel del Evangelio de Jesucristo, y se alegran con él, confían en él.
P.- ‘Evangelii gaudium’, ‘Christus vivit’, ‘Laudato sí’, ‘Amoris laetitia’, ‘Fratelli tutti’… ¿Cuál es el texto de Francisco que más le ha desinstalado personalmente?
R.- En realidad, todos, pero desde siempre. Es el Evangelio el que siempre te desinstala. Seguir a Jesucristo, salir de ti mismo, buscar la voluntad de Dios, servir a los demás, siempre te desinstala, y Francisco no para de recordarlo, a todos, y claro también a los pastores. Es cierto que me emocionó leer la Evangelii Gaudium, esa llamada a la esperanza, a dejar atrás el desencanto, el pesimismo estéril y el cansancio interior que, dice Francisco, apolillan el dinamismo apostólico. El reto que nos propone es el encuentro con Jesucristo que llena el corazón y la vida entera. El reto de responder adecuadamente y ser cauce de reconciliación, de comunión, de paz. El reto de salir de sí y responder con nuestra vida al amor recibido. El reto de que la Iglesia sea lugar de acogida, de misericordia, un lugar para vivir la vida buena que nos ofrece el Evangelio. Y esto lo hemos aprendido desde siempre, pero, ahora Francisco, quiere poner luz y dar respuesta a nuestro momento actual personal y social.