El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas asegura que mientras en altas esferas federales se afirma que nuestro país va muy bien, bastantes personas y familias huyen del país, porque aquí no encuentran seguridad
El cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, pidió a los ciudadanos hacer cuanto puedan “por despertar la conciencia de lo que realmente vive” México. Y es que, mientras que “en altas esferas federales se afirma que nuestro país va muy bien, la ciudadanía tiene otros datos”.
Aseguró que, si bien no se puede negar que hay muchos progresos en varios aspectos, “bastantes personas y familias huyen del país, porque aquí no encuentran seguridad. Si estuviéramos muy bien, no se irían (…) Si estuviéramos muy bien, muchos (migrantes) anhelarían quedarse entre nosotros, y no ser sólo un paso obligado de tránsito”.
En su artículo semanal difundido entre los comunicadores, Arizmendi señaló que los delitos de impacto cotidiano, como son las extorsiones, son ya un problema no regional, sino nacional, y “casi nadie se libra de ser amenazado con que, si no paga lo que esos delincuentes exigen, su vida y la de los suyos están en peligro”.
El cardenal relató un caso: “Una familia tenía un restaurante de paso, muy sabroso por cierto. Como se negaron a pagar la cuota impuesta arbitrariamente por los extorsionadores, éstos secuestraron y asesinaron a la mamá, amenazaron a otros de la familia, y se tuvo que cerrar esa fuente de trabajo. Historias como esta, abundan en todo el país. ¿Han bajado estos delitos? Todo lo contrario”.
Arizmendi consideró que de alguna manera es cierto que el pueblo esté contento, como se asegura en las altas esferas federales, pero esto se debe a que de algún modo se han beneficiado de este sistema, sobre todo los jóvenes y ancianos que reciben apoyos gubernamentales.
Estos apoyos -dijo- ya existían desde otros períodos, pero ahora se han incrementado, en particular en tiempos electorales, como una forma de comprar su voto. “¡Eso es indigno y repugnante; eso pervierte la sana democracia!”.
Ante este panorama hizo referencia al Proyecto Global de Pastoral (PGP) 2031+2033 de los obispos mexicanos, en el que sostienen que muchos pueblos en nuestro país experimentan constantemente la inseguridad y una completa orfandad por parte de quienes tienen la obligación de proteger sus vidas y cuidar sus bienes. “Tal parece que esta situación de violencia ha rebasado a las autoridades en muchas partes del país”.
De igual modo, haciendo referencia al PGP manifestó que “el panorama social se ha ido ensombreciendo paulatinamente por el fortalecimiento alarmante del crimen organizado que tiene múltiples ramificaciones y un entorno internacional que lo alimenta y fortalece, corrompiendo la mente y el corazón de personas y autoridades”.
Por ello, el cardenal Arizmendi concluyó su artículo diciendo que quien pueda hacerlo, “hable con las autoridades de cualquier nivel, o con su diputado local o federal, y manifiésteles lo que realmente estamos viviendo, para que, si les es posible, lo hagan llegar a las altas autoridades federales, aunque pareciera que éstas no escuchan”.