Hans Zollner abandona la Pontificia Comisión para la Protección de Menores. El jesuita presenta su dimisión como miembro del organismo creado en 2014 por el papa Francisco para plantar cara a la pederastia eclesial. Tras nueve años, el sacerdote, que es uno de los mayores expertos en la lucha contra los abusos en la Iglesia, renuncia. Y lo hace alegando “falta de transparencia”.
El religioso alemán, director del Instituto de Antropología de la Universidad Pontificia Gregoriana, ha compartido un comunicado en el que, tras confirmar que su renuncia fue aceptada el pasado 14 de marzo, deja entrever que no ve con buenos ojos la inclusión de la Comisión dentro del organigrama del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
“Falta claridad sobre el proceso de selección de los miembros y del personal, sobre sus respectivas funciones y responsabilidades”, señala Zollner. Al mismo tiempo, afirma que “otra área de preocupación es la responsabilidad financiera y la rendición de cuentas, que creo que es inadecuada”. “Es crucial que la Comisión muestre claramente el uso de los fondos en su trabajo”, reclama.
Según el jesuita, “debería haber transparencia sobre cómo se toman las decisiones dentro de la Comisión”. Además, traslada su preocupación al no conocer “ninguna norma que regule la relación entre la Comisión y el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, desde que la Comisión se incorporó al Dicasterio el pasado junio”. “Debido a estos problemas estructurales y prácticos, he decidido desvincularme de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores”, sentenció agradeciendo a todos los miembros su trabajo para “construir una Iglesia segura”.
Zollner se explica de esta manera después de que esta mañana, el cardenal Seán O’Malley, presidente de la Comisión, publicara un comunicado en el que señalaba que el sacerdote “ha tomado esta decisión tras reflexionar sobre su reciente nombramiento como consultor para la Oficina para la Protección de Menores y Personas Vulnerables de la Diócesis de Roma –anunciado el pasado 4 de marzo como un paso necesario tras la reciente constitución apostólica ‘In Ecclesiarum Communione’– y, en vista de ello y de sus otras responsabilidades, ha pedido ser excusado de su puesto en la Comisión”.
En el mismo comunicado, se recoge que el Papa “ha aceptado su petición agradeciéndole profundamente sus muchos años de servicio”. Y es que junto al cardenal O’Malley, el arzobispo Charles Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu –ambos desde Doctrina de la Fe–, Zollner ha sido uno de los colaboradores más cercanos de Francisco para acabar con esta lacra.