La Iglesia de América Latina y el Caribe analiza los procesos de paz en la región

Han convocado a especialistas para propiciar un diálogo que permita visibilizar los esfuerzos en esta materia

La Iglesia de América Latina y el Caribe analiza los procesos de paz en la región

“La Iglesia al servicio de la paz”, bajo este nombre el Centro de formación bíblico, teológico y pastoral (Cebitepal) del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) reflexiona en tono a la construcción de paz en un Congreso regional que ha empezado este 29 y culmina el 31 de marzo, en Bogotá.



Para ello, han convocado a especialistas de toda la región para propiciar un diálogo que permita visibilizar los esfuerzos en esta materia, donde la violencia –sea coyuntural o estructural – tiene azotada a una gran parte de la población.

Miguel Cabrejos, presidente del Celam, durante el acto de apertura ha recordado que “nuestra misión como discípulos misioneros es aportar a la construcción del reino de Dios y su justicia, por eso, la paz del Señor que recibimos como un regalo es también una tarea pastoral”.

Para el prelado, la paz es “un encargo misionero un desafío un reto que necesariamente requiere que no tiemble nuestro corazón, ni ser cobardes, porque el Señor nos encarga humanizar la vida, promover respeto, diálogo, escucha mutua, ni imposición, enfrentamiento o dogmatismo”.

Señaló que “somos la región donde se registran los mayores o las mayores desigualdades sociales y económicas”, por tanto, “buscar la paz, sobre todo la paz que la iglesia impulsa, es una tarea fundamental para seguir siendo garante en situaciones de conflictos”.

Reivindicar el Evangelio

Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, estuvo entre los ponentes. Ha presentado el tema “La fraternidad como horizonte de la construcción de la paz”, para ello, ha partido de la premisa bíblica de que Dios creó todo a partir del caos; sin embargo, este término se ha mundanizado en el ámbito secular por cuenta de los políticos para generar una atmósfera de caos, que por consiguiente –de manera falaz– se conviertan en “dioses” a partir de un supuesto orden.

Al respecto, la teóloga argentina ha planteado que “si Latinoamérica está en un caos, es porque la violencia simplemente es el síntoma de una situación caótica y allí está el mayor peligro, de dónde va a surgir ese supuesto Dios que ordena el caos;  yo le digo que algunos sectores políticos están en campaña para crear una nueva América Latina y hay muchos sectores que tiene pretensión y ocupar el lugar de Dios”.

Aclaró que el Congreso de Paz por ser un espacio religioso hablará desde el campo de la teología, por cuanto, resulta urgente “reivindicar el Evangelio puesto que estamos cayendo en la tentación de repetir un discurso que no es el nuestro, que es secular; usamos palabras para las que no estamos preparados muchos de nosotros”.

La solución a este caos como propone el Papa –dice Emilce – es trabajar con los de la base y “olvidarnos de las altas esferas; la solución viene de abajo, viene del subsuelo, del planeta, no viene de la academicismo, no viene de los que balconean” sobre todo cuando se está en medio de una crisis planetaria.

Al ejemplo de Cristo

Francisco de Roux, jesuita colombiano y quien está al frente de la Comisión de la Verdad en Colombia, ha subrayado el papel de la verdad humana, es decir, desde la ontología del ser, más allá de los discursos o búsquedas permanentes de paz.

Ha puesto de ejemplo la pasión de Cristo y a modo de alegoría menciona como es misma pasión –en especial el sufrimiento psicológico – se han topado a lo largo de estos años miles de colombianos víctimas de la violencia, incluso de “dolores más agudos físicamente de los que sufrió Cristo”.

Por eso, recalcó el llamado que hizo el papa Francisco a los propios obispos en su visita a Colombia en 2017: “Miren si ustedes realmente quieren ayudarle a su pueblo y contribuir a que superen esta situación que la Iglesia está viviendo; en lugar de seguir haciendo cartas pastorales y documentos de orientación, pongan sus manos en el cuerpo ensangrentado de su pueblo, acérquense a la realidad, porque solo en la realidad podrán entender la profundidad de lo que estamos enfrentando”.

Foto: Celam

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