Georg Gänswein continúa con la promoción de su libro ‘Nada más que la verdad’, donde el secretario de Benedicto XVI repasa sus más de dos décadas junto al recientemente fallecido papa emérito y en el que desliza críticas poco indirectas contra Francisco.
Ahora, en una entrevista que hoy publica ‘Corriere della sera’, no duda en hacer historia ficción y considera que “muchos cardenales habrían vivido bien si Angelo Scola hubiera sido papa”.
Un comentario cargado de intención, pues, en los días previos al cónclave de 2013, en el que salió elegido Bergoglio, muchos vaticanistas vaticinaban que el siguiente pontífice sería el entonces obispo de Milán. De hecho, nada más producirse la fumata blanca, la propia archidiócesis lombarda llegó a anunciar por error que Scola se vestía de blanco.
Por ello, ahora tiene su peso el siguiente comentario de Gänswein: “No puedo decir que fui amigo del cardenal Scola, pero me une una gran simpatía personal y una profunda estima. Pero decir ciertas cosas hoy…”. Lo no lo hace, pues, matiza, “sé que en Santa Marta hay una gran sensibilidad” sobre su persona. Un toque de atención más en el que pone el cuestión a Francisco, haciendo ver que está pendiente de todo posicionamiento suyo.
El secretario alemán, que sigue como prefecto de la Casa Pontificia aunque desde 2020 sin atribuciones reales, destaca que entre Ratzinger y Scola, además de una “simpatía humana”, había una “sintonía teológica”. Una “hermosa armonía” que describe con esta imagen: “Para describirlo, me viene a la mente la imagen de un velero propulsado por una buena brisa”.
Volviendo a esos días de 2013, cuando el Colegio Cardenalicio buscaba al sucesor de Benedicto XVI, Gänswein “que muchos, y en particular ustedes los periodistas, se apresuraron a decir que el cardenal Scola habría sido el sucesor natural, incluso dado por sentado”.
En este punto, ‘Corriere della sera’ le cuestiona sobre si Ratzinger hubiera sido sido “feliz” si el elegido era el arzobispo de Milán. Aquí, rehúye la pregunta: “Más allá de mi estima y simpatía personal, comprende que cada una de mis frases al respecto podría interpretarse como una manifestación negativa hacia el actual Pontífice. Y, como te dije, en Santa Marta hay una gran sensibilidad…”.
Eso sí, a continuación añade, “con una amplia sonrisa” como destaca el periodista, lo siguiente: “Creo que bastantes cardenales habrían vivido bien si Angelo Scola hubiera sido papa”.
¿Y qué supone “vivir bien” para un cardenal respeto al sucesor de Pedro? “Significa sentirse en sintonía, no solo externamente, sino también internamente”.