“Nuestra cercanía orante y nuestra solidaridad se dirigen en este momento a las familias enlutadas y a la comunidad ismailí que sufren las consecuencias de un acto estremecedor”. Esto se puede leer en el comunicado de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Portuguesa tras el ataque en el que han fallecido dos empleadas y un herido grave del Centro Ismaelita de Lisboa.
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Diálogo interreligioso
“Reafirmamos, en esta dolorosa ocasión, la importancia que el diálogo entre las diferentes religiones asume en la construcción de la paz y el bien común de una sociedad”, añaden los obispos tras mostrar su “profunda consternación”. Por su parte, el cardenal patriarca de Lisboa, el arzobispo Manuel Clemente, lamentó “profundamente el trágico atentado” y mostró “su dolor y total solidaridad con la Comunidad Ismaelita y las familias de las víctimas”, según ha recogido la agencia Ecclesia de Portugal. “El cardenal patriarca de Lisboa recuerda que mantiene con la comunidad ismaelita una estrecha relación y un permanente diálogo interreligioso, como forma de construir la paz y un mundo más justo”, se lee en el comunicado.
El atentado se ha producido en el centro de este grupo minoritario musulmán poco antes de las 11 de la mañana de este martes, 28 de marzo. El agresor ha sido un un refugiado afgano de 29 años, viudo y padre de tres hijos armando con un cuchillo. El ministro del Interior, José Luís Carneiro, informó que el agresor llevaba un año residiendo en Portugal procedente de un centro de refugiados de Grecia, desde donde fue trasladado a Lisboa dentro del acuerdo de colaboración suscrito entre Grecia y diferentes países de la Unión Europea.
